Archivo por meses: enero 2007

Defensa de la laicidad

La idea de una Carta de la laicidad (que no del laicismo) es ya antigua en Francia, propuesta una y otra vez sobre todo desde las filas socialistas. Fabius llegó a defender una carta adosada a la Constitución de 1958, la de De Gaulle, que declara la “República indivisible, laica, democrática y social”. Anteayer el Alto Consejo para la Integración (HCI) presentó al jefe del Gobierno conservador francés, Vilepin, la Carta de la laicidad en los servicios públicos. El proyecto partía de la diversidad de religiones en Francia (es decir, de la importancia creciente del islamismo) y de la necesidad de garantizar la libertad de conciencia y la tolerancia. Un instrumento pedagógico, sin valor normativo preciso, el mérito principal de la Carta es ser un código de buena conducta, un “corpus de grandes principios” para los usuarios de los servicios públicos, que deben “abstenerse de toda forma de proselitismo“, y sobre todo “no pueden, por razón de sus convicciones, recusar a un agente público o a otros usuarios, ni exigir una adaptación del funcionamiento del servicio público”. Y así las mujeres no podrán, en nombre de su religión islámica, negarse a ser examinadas en los hospitales públicos por médicos de sexo masculino. Y es que, cualquiera que lea los periódicos franceses se encuentra un día sí y al otro también con casos de protestas, amenazas y hasta agresiones por parte, sí, de mujeres, pero sobre todo de varones musulmanes, que se niegan a que sus madres, sus hijas o sus mujeres sean vistas, examinadas, curadas, operadas… por varones, incluso a la hora del parto. Según no pocos testimonios, las cosas se están poniendo no solo difíciles sino imposibles en ciertos lugares. Algunos ya piensan en la “solución” holandesa: la construcción de un hospital en Rotterdam exclusivamente para enfermos musulmanes, en un país tan permisivo como Holanda con cientos de miles de inmigrantes islamistas y donde se han levantado ya 450 mezquitas. Una Carta de la laicidad en la Francia laica y orgullosa siempre de sus avances humanitarios y de su multiculturalidad (vamos a llamarla así): señal que revela los límites de las políticas de integración, así como la fractura de una pretendida comunidad cívica y el fracaso de una cacareada vida en común (vivre ensemble), que sólo una carta, por importante que sea, no puede remediar y menos superar.

Año de la ciencia

Son conocidas las Semanas de la Ciencia, iniciativa española de larga trayectoria, que tiene su epicentro en Madrid. Ahora se trata de algo más. Y por eso se ha declarado en la Unión Europea y en China el año 2007 Año de la Ciencia y de la Tecnología. En España (cuyo proyecto más importante, Ciencia 2007, tendrá como sede Barcelona) coincide con el centenario de la creación de la Junta de Ampliación de Estudios -antecedente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas(CSIC)- y del Institut d´Estudis Catalans. Decía Einstein que a veces el planteamiento de un problema es más decisivo que el hallazgo de una solución, y que la capacidad de suscitar nuevas cuestiones y la nueva manera de mirar las antiguas “exige imaginaciön creativa y determina los avances científicos auténticos”. No hemos sido un país que se haya distinguido demasiado por esa capacidad y por esa imaginción creativa, pero las cosas están cambiando mucho Entre los diez descubrimientos científicos más importantes en 2006, según la revista Science, que van desde la solución a la hipótesis propuesta por Poincaré en 1904 hasta la utilización de nuevas técnicas para decodificar y analizar ADN, están varios descubrimientos sobre la génesis y el registro de los recuerdos en el cerebro, llevados a cabo bajo la dirección de José María Delgado en la univesidad Pablo de Olavide, de Sevilla. Los desafíos mayores, según esa relación de la prestigiosa revista científica, están en los dos extremos del arco científico-tecnológico: la cosmología y la nanotecnología, lo inmenso y lo microscópico. La ciencia está siempre activa y alerta, más pregunta que solución, ante las nuevas fronteras de un universo que se expande sin cesar en todas las direcciones. Tenía razón el inventor del teléfono Alexander Graham Bell: “Tan poco hecho, tanto por hacer“.

Leprosos de China

Este domingo celebrábamos el Día de los leprosos. En mi casa, desde siempre, y gracias a las revistas de los jesuitas a las que estábamos suscritos a pesar de nuestra pobreza, teníamos siempre muy presente la leprosería de Fontilles (Alicante), al cuidado de la Compañía de Jesús. Sobre mi mesa tengo ahora la carta de otro jesuita, el asturiano P.Luis Ruiz, a quien visitamos hace unos pocos años en su casa de trabajo en Macau, “Casa Ricci Social Services“.Todavía corría en su pequeña moto de acá para allá. Hoy, a sus 95 años, yan sin moto, sigue siendo “el apóstol de los leprosos” de China. Se dice pronto: en la China, oficialmente comunista y atea, perseguidora de los católicos romanos (ellos los llaman “vaticanistas”) y responsable de la creación de una nueva Iglesia católico-patriótica, enfrentada en principio a la anterior. El P. Ruiz sigue la ejemplar intuición-vocación-decisión de aquel jesuita italiano Matteo Ricci (1552-1610), fundador de la misión católica en China, sinólogo ilustre, matemático y astrólogo del emperador, que aprendió el chino mandarín en Macao. Nunca debió haber abandonado la Iglesia aquella ejemplar lección. Hoy también el P. Ruiz continúa el empeño de encarnarse en las concretas circunstancias de aquéllos a quienes quiere ayudar. Agradeciéndonos -¿quién tiene que agradecer a quién?- unos miles de dólares, fruto casi siempre del admirable esfuerzo del presidente de nuestra asociación “Yamaguchi-Navarra“, Pedro Bueno, que los llevó en mano, nos envía un breve diario de la última visita a las leproserías chinas que habitualmente cuida, y escribe cosas como ésta: “Día 24 de noviembre. De Mei-Ku hay que ir a Zhao-Jue, pero la carretera estaba cortada y cogimos otra. Cinco horas a través de la montaña, a 3.000 metros de altura con algo de nieve y a través de las nubes. Felizmente el chófer es excelente. Al final llegamos a Zhao-Jue. La gente baja de la colina para recibirnos. Necesité la silla para subir. Después de pasar el puente que les hicimos, hoy en malas condiciones, los jóvenes estudiantes me llevaron al centro, me encontré con los viejos amigos, hoy muy bien cuidados por las Hermanas. En la escuela hicieron la recepción con danzas y cantos. (…) Día 28 de noviembre. El primer leprosario que abrimos en Se-Chuan hace 6 años. (…) Ahora puedo daros la buena noticia: el milagro se ha realizado. La clínica movil para operar los ojos de los leprosos ya está en la carretera, camino de Se-Chuan. (…) Era una necesidad urgente porque sus muchos leprosos sufren de catarasas. (…) El Señor nos dará lo que los leprosos necesiten”. Felizmente el P. Ricci como nuestro Francisco de Javier y tantos otros como ellos no trabajaron, como se ve, en balde. Este domigno fue el Día de los leprosos.

Frente al pesimismo de Saramago

El parlanchín y “Nobel para todo” José Saramago se declara, al presentar su enésimo libro, muy pesimista -“hay que ser pesimista“- ante ciertos fenómenos sociales y culturales de hoy, y no los más graves, por cierto. Parece un tanto extraño en un marxista-leninista como él, pero todo se justifica en este pobre mundo capitalista, donde él vive y se exhibe tan ricamente, y que, eso sí, rechaza teóricamente a todas horas. Llega hasta a decir este exabrupto totalitarizante, que no le honra mucho, la verdad: “Sólo son optimistas los seres insensibles, estúpidos o millonarios“. Pues, mire usté, don José: Somos muchos, muchísimos, los que somos conscientemente optimistas, realistamente optimistas, activamente optimistas. Y no somos ni insensibes, ni estúpidos ni millonarios. Ya ve.

El mundo en que vivimos

1. No hay unanimidad, ni mucho menos, sobre el cambio climático, pero lo cierto es que la Unión Europea, en contra de la política de varios de sus Estados miembros, apoya cada día más la energía nuclear; 2. Mientras el mundo rico crece a una media del 2% de su PIB, buena parte del mundo pobre o menos rico lo hace a una de 7%; China da el ejemplo, con un 11%. Dentro de unos años el mapa económico puede ser muy distinto; 3. Internet (la Red) sigue modificando las relaciones: las informaciones y las comunicaciones. El “ordenador por 100 dólares” de Nicholas Negroponte, a punto de salir al mercado en los países en vías de desarrollo, cambiará mucho las cosas, más para bien que para mal; 4. Después del mediocre y bienintencionado Kofi Annan viene a la ONU el desconocido surcoreano Ban Ki-Moon. Con un Consejo de Seguridad asegurado por cinco Países, algunos de los cuales ya no son Grandes Potencias, y donde faltan Alemania, Brasil, India y Japón, ¿cómo reformar y potenciar las llamadas Naciones Unidas?; 5. En Europa la democristiana Ángela Merkel es la nueva dama de hierro, tal vez la única figura europea de fuste, tras el declive imparable del encantador Tony Blair de la tercera vía y del majestuoso Jacques Chirac de la grandeur.¿Podrá, con alguna mano que le echen otros paises europeos, reavivar la semidormida Constitución europea y conseguir la siempre pendiente liberación del comercio mundial?; 6. Y en el Imperio ¿quién vendrá después de Bush? ¿Nos acostumbraremos a vivir sin guía global? ¿Será otra mujer, Hillary Clinton, capaz de ser esa guía, aunque con muy otro estilo de mando? ¿También en Oriente Próximo y Medio?; 7. ¿A dónde llevarán a la atormentada Ibero-América los nuevos discípulos de Castro? ¿O México, Chile, Colombia y Brasil sabrán encontrar “el punto”?; 8. ¿Qué decir de África, y sobre todo de África subsahariana, enferma de guerras y sida, que no sea demagogia o emplastos neocoloniales? Las migraciones interiores y exteriores seguirán siendo el mayor fenómeno colectivo en el continente; 9. La coleta amarilla de la China, anunciada hace casi un siglo por Ortega, ha tiempos que se asoma sobre los Urales. Tras Japón, fácil socio occidental, está el enigma chino, con el nudo gordiano de la unión entre economía y política por desatar. Durante las próximas décadas los dos países, junto con India, serán el nuevo mundo; 10. Y he ahí, llenando asi todos los huecos, el omnipresente Islam y sus muchos brazos, ofreciendo liderazgo y utopía y a veces amenazando con una fuerza hasta ahora inédita. El mundo en que vivimos.