Archivo por meses: octubre 2007

Mártires españoles de la fe (y II)

Todos los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio. Todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido. Una gran parte de los templos, en Cataluña con carácter de normalidad, se incendiaron. (…) En las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios y otros modos de ocupación diversos. (…) Todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos. Sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados y derruidos. Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles, hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárcles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote y religioso. Se ha llegado a la prohibición absoluta de retención privada de imágenes y objetos de culto. La policía que practica registros domiciliarios (…) destruye con escarnio y violencia imágenes, estampas, libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerda”. Es el testimonio cercano, en un informe del 9 de enero de 1937, del nacionalista vasco, y antes que todo nacionalista vasco, Manuel Irujo, ministro sin cartera en el gobierno de Largo Caballero.- Sobre esa “caza y muerte de modo salvaje”, he aqui el resumen hecho por el historiador Julio de la Cueva Merino, en el libro colectivo, El anticlericalismo español contemporáneo, Madrid (Bibioteca Nueva), 1998: “Las formas en que sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas hallaron su muerte fueron diversas también. Unas veces, un remedo de juicio daba paso a la ejecución del “encausado”. Otras, se le daba nuerte sin recurrir a ningún procedimiento previo. La mayoría recicbieron el célebre “paseo” para caer muertos, de uno o varios tiros, a al vera del camino o en las  tapias del cementerio. Otras, fueron ahorcados, ahogados, quemados o enterrados vivos. En bastantes ocasiones la muerte iba precedida de la tortura, cuya aplicación incluía refinamientos indicativos de hasta qué punto se había producido una deshumanización del clérigo a los ojos de sus agresores: todo tipo de burlas, insultos, blasfemias e invitaciones a la blasfemia podían formar parte del tormento, que podía incluir, asimismo, el despojo de ropas, palizas, cortes y pinchazos con diversas clases de instrumentos afilados, desolladuras y mutilaciones.Éstas últimas podían afectar a cualquier miembro del cuerpo hasta llegar al descuartizamiento; pero existía una fijación morbosa con los genitales (…) (y hubo) sacerdotes que corrieron la misma suerte que el cerdo en la matanza o del toro en la plaza, incluidos en este último caso, los pasodobles interpretados por la banda, el simulacro de lidia, la muerte, el corte de orejas y el arrastre”.

Martires españoles de la fe (I)

En homenaje a los nuevos mártires(testigos) de la fe que van a ser beatificados en Roma, el próximo domingo -unos cuantos entre los miles que dieron su vida por Dios y por Cristo en España-, no quiero polemizar con algunos que estos días precisamente sacan a relucir su fiero y basto anticlericalismo, antieclesialismo y anticristianismo en todos los medios informativos a su alcance. Prefiero transcribir, hoy y mañana, cuatro importantes testimonios que celebran el heroismo de los 498 nuevos beatos. Según la Conferencia Episcopal Española, “eran apóstoles y fueron valientes cuando tuvieron que confesar su condición de creyentes; disponibles para confortar y sostener a sus compañeros de prisión; rechazaron las propuestas que significaban minusvalorar o renunciar a su identidad cristiana; fueron fuertes cuando eran maltratados y torturados; perdonaron a sus verdugos y rezaron por ellos; a la hora del sacrificio, mostraron serenidad y profunda paz, alabaron a Dios y proclamaron a Cristo como único Señor”.- El embajador (socialista) del Gobierno Español ante la Santa Sede,Francisco Vázquez, que estará presente en la solemnidad de la Basílica de San Pedro, en declaraciones a VN, afirma que el grupo Prisa “ha tomado una línea editorial marcadamente contraria a la Iglesia (…), con una importante deformación de la verdad“, hasta “tergiversando palabras y actuaciones del actual Papa en temas variados y en cosas de dogma y de culto, etc.“. Reconoce asimismo dentro del PSOE “una corriente anclada en el pasado“, que él ha llamado a veces “casposa“, muy atrasada  respecto de la fe y del compromiso religioso y lo que eso conlleva, con “una ignorancia absoluta con respecto a lo que representa la Iglesia en la configuración de muchas realidades actuales, como es en el compromiso con la igualdad y con la justicia”. Respecto a los nuevos beatos, dice Vázquez:”Son mártires de la fe y fueron asesinados por no renegar de su fe y murieron perdonando (…) Murieron ofreciendo perdón, y para los cristianos es una lección“, confiesa molesto por quienes quieren identificar a los socialistas con quienes perpetraron aquellos crímenes. “Ni somos herederos de aquéllos ni la Iglesia de ahora es la de antes”.

Jueces conservadores y progresistas

Estemos de acuerdo o no con el procedimiento actual para la elección de los jueces del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, y sean cuales sean nuestras propuestas para el futuro, no creo que haya actitud más perjudicial y deletérea para los jueces, los tribunales, y hasta para la justicia y la democracia españolas que estar motejando cada día, como hacen no pocos medios informativos, a unos jueces de conservadores (i.e., del PP) y a otros de progresistas (i.e., del PSOE y de los partidos “nacionalistas”). ¿Qué se consigue con eso? Desacreditar a la justicia en España más de lo que ya está. Tener siempre no ya un pretexto sino una razón-sinrazón para negar probidad y autoridad a cualquier sentencia, auto, providencia o actuación judicial, cualquiera que sea (y no sólo en el caso del Estatuto de Cataluña): porque unas veces será obra del Gobierno o del “nacionalismo” y otras de la oposición. En unas ocasiones estará teñida de rojo, y en otras de azul. Tal mayoría dejará de tener valor, por ser efecto del laicismo o del anticonstitucionalismo disolvente, o por serlo de la reacción y del españolismo casposo. Y cosas por el estilo. Así es imposible forjar una Nación propia del siglo XXI y un Estado coherente y cohesionador, cuando por todos los medios se quiere tenerlos subordinados y sometidos a los intereses particulares, cortoplacistas y agresivos de los partidos políticos y de sus “medios” favoritos, tan ciegos e irresponsables, demasiadas veces, como aquéllos. Cuando no más.

Desmemoria histórica

Al profesor e historiador Rafael María Sanz de Diego, que conoce mejor que yo el proyecto de ley, llamada de Memoria Histórica, no le parece éste “oportuno ni justo“. Lo considera “parcial”; juzga “innecesarias” las medidas arbitradas, y, además, “inútiles“, a no ser para quienes busquen con la ley los votos de muchos en las próximas elecciones generales y el arrinconamiento del adversario electoral. La verdad es que cuesta creer que a estas alturas de la investigación histórica pueda haber en España políticos normales que concedan nacionalidad española a los voluntarios de las Brigadas Internacionales, enviadas y retiradas por Stalin y por la Internacional Comunista, o se declaren ilegítimos y sin vigencia los tribunales del bando franquista durante la guerra y en los años posteriores, sin mencionar siquiera los aberrantes y crueles tribunales populares de la Repúbllca. Así que los buenos propósitos declarados en el Preámbulo -a saber su última intención-, no se corresponden con el contenido del proyecto, dedicado, como es habitual en el péndulo histórico de nuestra política, a compensar a unas víctimas en detrimento de otras. En cualquier caso, “imponer una visión de la historia (…) es, más bien, propio de regímenes totalitarios“.- Junto a la página del historiador, en el mismo número de la revista Vida Nueva, hay otra página escrita por el director de El Socialista, Joaquín Tagar, que parece contentarse con el evangélico  preámbulo del proyecto de ley. Antes de hacer esa serie de preguntas retóricas en su segundo párrafo, que denota, en la mejor hipótesis, una amplia ignorancia de aquella historia nuestra, debiera haberse preguntado: “¿No es cierto que el Partido Socialista Obrero Español fue el principal responsable de la Constitución sectaria de 1931, que contribuyó como pocos hechos al estallido de la guerra civil? ¿No es cierto que una parte muy importante de la dirección y de la militancia del PSOE estaba preparando y fomentando, ya desde junio de 1933, por todos los medios la insurrección armada, que llamaba revolución proletaria, marxista, antifascista, soviética, etc.? ¿No es cierto que el PSOE, en su conjunto, incluidas algunas de sus faciones más moderadas, fue la primera fuerza responsable del “alzamiento contra el Gobierno constitucional” (como él llama al de julio de 1936), en Asturias y en otras partes de España, el 4 de octubre de 1934? Desmemoria histórica. O asalto tardío, partidista, sectario y revanchista a la serena memoria comunal, tan necesaria en cualquier Nación.

Sigue el obispo Setién

Sigue el obispo Mons. José María Setién defendiendo y justificando su largo episcopado guipuzcoano (1972-2000). Ahora con un libro recién publicado, Un obispo vasco ante ETA. El periodista de El País, José Luis Barbería, le entrevistaba anteayer muy hábilmente para su periódico y quedaba bien dibujada la silueta humana y cívica del prelado. Setién, que no se autocritica nunca, cree que ETA hunde sus raíces ideológicas en el marxismo; se pregunta con retintín si después de Franco desaparecieron las conductas injustas procedentes del poder polìtico; enumera entre las actuaciones injustas, que debe denunciar la Iglesia, la dispersión carcelaria; cree manipuladas a las víctimas del terrorismo etarra; no parece dar importancia a que los polìticos no nacionalistas estén perseguidos y amenazados de muerte; afirma que los derechos históricos vascos “fueron violentados mediante la acción de una violencia que se ha convertido en Derecho“, y quisiera saber “si esos derechos existen y han sido incorporados debidamente a la Constitución“; no ve más vascos que españolistas, por un lado, y vasquistas y nacionalistas, por otro; no quiere para Euskadi “la unicidad del modelo soberanista de la llamada nacionalidad española“; sostiene que el derecho de autodeterminación que él reivindica  no es  necesariamente el derecho a la secesión; mantiene que cada persona es libre de optar “por el colectivo nacional al que quiera pertenecer” (sólo uno, al parecer), y, en fin, asevera que, si el perdón exige previamente la aplicación de una justicia vindicativa, no hay perdón sino “ánimo de venganza“, al menos en el orden jurídico. Y, después de todo esto… no se atreve a llamarse nacionalista vasco! La entrvista da para muchos comentarios. Estoy de acuerdo con el obispo emérito en que fue no pocas veces injustamente juzgado y hasta infamado, incluso brutalmente infamado por los anticlericales de izquierda y de derecha, pero el antiguo catedrático de teología moral de la universidad de Salamanca ya debiera saber que en la acción pastoral, sobre todo en tiempos tan recios como los suyos en Guipúzcoa, Euskadi y España, no bastan las palabras, las homilías o las cartas pastorales, sino que se requieren gestos, actuaciones y a veces actuaciones proféticas frente al terror, al odio y al etnicismo fanático, y eso… no lo hemos visto o nunca o casi nunca, ni en el obispo Setién ni en lo que él llama “la iglesia vasca” en general, incluidos religiosos, sacerdotes, universidades, seminarios, parroquias, asociaciones laicales, etc. En una de sus respuestas sobre las víctimas, intenta justificarse así: “Nunca me he negado a recibirlas y no sé a qué responde esa acusación de frialdad que me atribuyen”. Pero ¿es que lo más propio de  los pastores, que visten símbolos pastorales, es recibir a las ovejas doloridas, malheridas y amenazadas? ¿No hay ahí una concepción arcaica, por no decir algo más duro, de la misión episcopal y sacerdotal?

Laocracia

Ya en  el siglo V a. C. la palabra democracia tiene distintos significados: una veces quiere decir el conjunto de todo el pueblo que habita la ciudad-Estado de Atenas; otras, sólo la parte más desfavorecida de ese pueblo, etc. El concepto-palabra democracia se ha entendido de muchas maneras a lo largo de los siglos, hasta hoy mismo. Los griegos la prefirieron a demarchía, porque ésta última llevaba consigo el sentido del arché (poder, dominio) sobre otros (demarchos era el alcalde de una aldea) más que el poder del pueblo en sí, como sujeto de derechos y deberes. Hoy, demasiadas veces expresa sólo una forma de gobierno; a lo más, un princpio formal de gobierno. Acaso podríamos usar laocracia (de laós: multitud, muchedumbre, ejército, pueblo…) para ir un poco más allá de las condiciones legales de ciudadanía, en busca de la realidad sustancial de la democracia, del llamado principio material. Las palabras castellanas derivadas de la raíz griega, como laico o laicidad, señalan sólo una dimensión, más bien negativa, de su significado total. Suele decirse que la buena democracia es la que no va acompañada de calificativo alguno. No es cierto. La democracia que hoy disfrutamos, por incompleta que sea, es la democracia liberal y no otra. Llamarla populista se nos antoja poco popular e incluso antipopular. Y la democracia popular es, como se ha visto de sobra, y pese a su demagógica redundancia, la que no es democracia.

Una exposición en el Guggenheim

Uno mi débil voz a la de las asociaciones de víctimas del terrorismo etarra, fundaciones cívicas y, sobre todo, familias de los asesinados, que están pidiendo a gritos estos días la retirada de la exposición de fotografías, instalada en el museo bilbaíno, “distorsionadoras de la realidad del terrorismo y del País vasco”. Con la experiencia que tengo de otras exposiciones en Euskadi -comenzando por la permanente de la Casa de Juntas, en Guernica-, en Cataluña y en otras partes de España y de Europa, puedo decir que en las operaciones de manipulación, tergiversación y propaganda no suele ser lo peor lo que se dice y lo que se representa, sino lo que no se dice ni se representa, además de la forma de decirlo o presentarlo. Y así, por lo que cuentan los que ya han visto y padecido esa exposición y que merecen mi confianza, a los terroristas, que son a la vez independentistas vascos, se les llama “militantes nacionalistas”; no se hace visible el dolor causado por los atentados; a la guardia civil sólo se le presenta como prepotente y despótica; la única imagen popular  de una manifestación en el País Vasco es la de un grupo con el puño en alto y una ikurriña, etc. Los muy afectados por la muestra la han denominado “las fotografías del desprecio”. – Como visitante habitual del museo Guggenheim, donde hace unas semanas visité la estupenda antología de Kiefer, no lo visitaré de nuevo hasta que se retire o termine esa exposición en curso, pésima manera de celebrar los diez años del museo, inaugurado por el rey Juan Carlos I de España. La verdad es que da un poco de grima y hasta de rabia  ver, mientras dura la protesta, callar y otorgar no sólo a los patronos fundadores, sino también a los patronos estratégicos del Guggenheim: la flor y nata del más alto capitalismo vasco y español, financiero, eléctrico, periodístico, aeronáutico… Qué falta de gratitud y de descaro en tantas personas bienestantes, que  han sufrido también directa o indirectamente el terror o pueden sufrirlo cualquier día!

Los dos presidentes

El humorista gráfico César Oroz nos los ha dibujado dándose un beso de tuerca en la boca, como dos homófilos fieros. El esperado y tardío encuentro del presidente del Gobierno de España con el presidente del Gobierno de Navarra (no presidentes de España y de Navarra) ha tenido, por lo que se cuenta, un resultado feliz. Cada uno de los dos ha cedido en alguna cosa y los dos han conseguido otra, pero el diálogo entre los dos y la reafirmación de la lealtad común ha sido el fruto mejor. Ya escribí en El Mundo, el 17 de marzo de este año, que, si Zapatero hubiera recibido a Sanz en la Moncloa a tiempo y hubiera sido sincero sobre la negociación entonces en curso con ETA y su entorno, no se hubiera celebrado en Pamplona la famosa y masiva manifestación en contra de esa negociación y a favor de la Navarra foral y española, que muchos entendieron también contra el Gobierno de la Nación. Y otro hubiera sido el clima antes de las elecciones forales y otro el entendimiento posterior entre los dos partidos nacionales. Creo que el presidente del Gobierno fue en todo ese tiempo el mayor responsable de los malentendidos, de los excesos y de las demagogias que acompañaron a la desinformación y sobre todo al largo disparate del proceso de autodeterminación, propulsado por la banda terrorista. Pero hay que ver cómo una entrevista de dos horas y cuarto puede arreglar tanto desarreglo, y felicitarnos por eso. Claro que no está prohibido pensar que todo ha sido más fácil porque ETA rompió la tregua, el infausto proceso se vino abajo, los socialistas perdieron las elecciones en Navarra e Ibarretxe volvió a sacar su plan autodeterminista a la plaza mayor de Euskadi. Y porque, además, UPN ganó las elecciones, pero quedó en minoría a expensas de los peseneistas. Nada nuevo bajo el sol de la política. Lo que nos enseña una vez más cómo casi todo cambia según las circunstancias, cómo todo patetismo es un lujo poco durable y cómo en los graves momentos el sentido común unido al de la supervivencia son capaces de hacer prodigios. A ver quién habla ahora en el PSN-PSOE de la derecha casposa y paleta de UPN y en UPN de la próxima venta de Navarra por Zapatero al nacionalismo vasco, después de las elecciones generales. Y cosas así. A ver.

Pericles y la democracia ateniense

Nos sorprende aquella democracia, que heredó, ensanchó y potenció Pericles -cuyo XXV centenario celebramos ahora- y que inició experiencias que sólo en el siglo XX han tenido parigual en muchas naciones europeas. Nos conmueve la acogida y el entusiasmo que tuvieron algunos valores sólo desde hace poco tiempo vigentes en Europa. Y nos entristecen ciertas carencias fundamentales, como la ausencia de la mujer en la vida pública y el desconocimiento de la dignidad humana en la utilización masiva y normal de los esclavos extranjeros. Democracia asamblearia y en cierto modo socializante; que no pone en cuestión la propiedad agraria; penetrada a todas horas por el culto oficial a los dioses, a menudo supersiticioso; repartida en mil magistraturas renovables anualmente, casi todas por sorteo; donde los tres poderes se confunden… Pericles, un aristócrata liberal devenido demócrata, intenta conseguir y mantener el concierto de los antiguos valores aristocráticos con los nuevos democráticos, la convivencia y la felicidad de todos los ciudadanos, y la seguridad, la gloria y el poder imperial de Atenas. No fue posible. La fe democrática en el hombre exige una sostenida elevación material y moral, que, pese a los esfuerzos de Pericles y su círculo cultural, así como de Sócrates y sus disciípulos, poco después, no se pudo alcanzar del todo en Atenas. La peste, la muerte prematura del primer ciudadano, la guerra y sus muchos frentes, una rígida concepción del imperio y la mediocridad de los sucesores del gran repúblico ateniense fueron algunas de sus causas. Pero la democracia ateniense fue tal vez la primera que llegó más lejos en la conquista de la utopía humana. Y en ésas estamos, después de 25 siglos.

Los labios de Angelina Jolie

Los labios de Angelina Jolie parecen duplicados.
– Nunca la suma de las partes es igual al todo.
– Como en tiempos de Protágoras, no todos los intrépidos son valientes:los hay también alocados.

¿Por qué no llamar a los mal denominados radicales, si no se les quiere dar el nombre de fanáticos, con un  término español del siglo XIX: exaltados?
– Recordar es siempre inventar un poco. Imaginar es hacer del recuerdo toda una invención.
– Hay paisajes que parecen espejos de nuestra propia alma.
– El  teléfono fijo nos moviliza de vez en cuando. El teléfono móvil nos mantiene movilizados.