Archivo por meses: abril 2009

Inquisidores y ministros

En el Diccionario filosófico, voz Conde de Aranda, Voltaire escribe cuatro líneas que van a servir durante mucho tiempo como norma dualista entre quienes separan más que distinguen el fuero interno y externo, la Iglesia y el Estado, la salvación de los pueblos y la justicia en la tierra: La conciencia, el fuero interno (como lo llama la Universidad de Salamanca) es de otra índole; nada tiene que ver con las leyes del Estado. Los inquisidores y los teólogos deben rezar a Dios por la salvación de los pueblos; pero los ministros y los magistrados deben cuidar de bienestar y de la justicia en la tierra. Demasiado dualismo. Innecesaria oposición.

La no violencia

Leo, con cierto retraso, los textos incisivos y valientes que el obispo de Guwahati, en la India, escribió para el vía-crucis del viernes santo en el coliseo de Roma. Y me  llama la atención, entre otros, el texto de la tercera estación, donde se pone de relieve el ejemplo de Gandhi acercándolo al de Jesús: El modo de Jesús para combatir en favor de la justicia no es el de suscitar la ira colectiva de las personas contra el opositor, con la consecuencia de que son empujadas a  formas de una mayor injusticia. Al contrario, es desafiar al enemigo con la justificación de la propia causa y suscitar la buena voluntad del opositor, de tal manera que desista de la injusticia con la persuasión y la conversión del corazón. El Mahatma Gandhi llevó a la vida pública esta enseñanza de Jesús sobre la no violencia con éxito sorprendente.

Un proyecto de felicidad diferente

Francisco Güeto, presidente de la HOAC española, que prepara su XII Asamblea General, es sincero y elemental en unas certeras declaraciones, que sorprenden por su fuerza de síntesis y concreción, ahora que tanto se habla y escribe en todas partes para decir siempre lo mismo, cuando no para encubrir un silencio que siempre el mismo parece. Güeto sabe bien que cuando se pregunta por las labores sociales, la gente tiene una alta estima de la Iglesia, pero cuando se presenta la Igesia como jerarquia, la valoración deja que desear. Está claro, concluye, que los cristianos no estamos dando el ejemplo que tenemos que dar: Tenemos que tener unas formas de vivir, de pensar y de actuar en clave más desde el Evangelio, sobre todo de las Bienaventuranzas, que han de ser el horizonte de todo cristiano. Si intentáramos vivir desde ahí, le ofreceríamos a la sociedad un proyecto de felicidad diferente del que se le propone ahora -también a los que estamos dentro de la Iglesia-, que es ganar, gastar y gozar. Por mucho que prediquemos, si no somos referencia de gente que vive en plena felicidad con lo que cree, difícilmente otros se plantearán el seguimiento de Jesucristo.

Slumdog Millionaire

Leo una larga crónica sobre la pequeña actriz de la película, Rubina Alí, de 9 años, que sigue en la chabola de 4×4 al norte de Bombay. Recuerdo la zona inmensa de chabolas que rodea el aeropuerto de la capital económica e imperial de la India y me entran escalofríos. Allí vive la niña de la película a la que le prometieron no sé cuántas cosas y no se sabe aún cuándo llegarán, si llegan. Mientras tanto sigue siendo la heroína de la zona, todos quieren estar con ella,muchos quieren hacerle una entrevista, y su padre -denunciado por la madre y esposa separada- niega que haya querido vender a la hija por un monton de rupias. Suena en el barrio chabolista a todas horas la música de Jai Ho, que le dio una estatuilla a la película tan premiada de Dann Boyle.Y recuerdo a los tres mosqueteros en el continuo y fulgurante flashback, a la bella Latika y su hermano, entre las sobrecogedoras secuencias de la miseria, el hambre, la suciedad, la crueldad, la prostitución, la guerra de religiones, y también la luz, el color, la pasión, la música del coro final. Una de esas películas sobre personas, acontecimientos, símbolos de un tiempo y de un país, como Ordet, El manantial de la doncella, Novecento, El último emperador, Zorba el Viejo, Amarcord, La misión, y tantas otras, que no se olvidan jamás, y que llevamos en el alma como un peso y a la vez como una liberación. 

La avaricia rompe el saco

Nunca mejor que ahora podríamos resumir y describir lo sucedido en el mundo de las finanzas y de la banca, y en general en el mundo económico-político, con este refrán popular, ya vivo en el Coloquio de los perros, de Cervantes, que concentra en sí todas las reflexiones, innumerables, de tipo moral, que van haciéndose durante estos meses sobre la crisis, que no sólo se remonta a ciertas decisiones o actuaciones de los grandes poderes económicos, sino a cientos de miles de agentes económicos y políticos de toda condición. Cuando oíamos este viejo refrán al viajero en los libros de Camilo José Cela, El gallego y su cuadrilla y Del Miño al Bidasoa, o se lo oíamos a nuestros padres en nuestros pueblos, estábamos lejos de prever lo que un día no lejano iba a sucedernos. El susodicho refrán podría ser completado con aquel otro, menos popular, y más moderno: Ay,harto hay / mas está mal repartido. Y con otros dos, que contemplan la rotura del saco sólo en algunas ocasiones: Cuanto mayor es la subida / tanto mayor es la descendida. O A gran salto / gran quebranto. Porque a veces la injusticia de no hacer justicia al injusto, o la complacencia de políticos cercanos a los que dieron el salto codicioso e injusto les libra del quebranto justo que se merecen.

Diálogo y negociación

Por fin, el llamado diario gubernamental, que durante años ha venido siendo el vademecum de la izquierda en España, reconocía en un artículo editorial, hace unos días, que la esperanza del diálogo y la negociación es lo que más consolida a la banda terrorista ETA y la hace permanente. Que, asimismo, la oposición sistemática en sus medios ideólogicos afines a cualquier medida polìtica y policial que la persiga y la inutilice, ayuda a su continuidad y a su afirmación. Parece mentira que políticos y analistas prestigiosos en el campo llamado constitucionalista hayan tardado tantos años en ver lo que muchos de nosotros habíamos visto hace tanto tiempo. Pero así es. Quedan con todo muchos que no lo ven o no quieren verlo. En cuanto a la segunda evidencia, en el mundo soberanista-independentista la opinión mayoritaria es la contraria. Así que pasará mucho tiempo antes de que la derrota del terror político independentista sea total.

Dos buenas noticias

Leo, estos días, dos buenas noticias. Una, el anteproyecto de ley aprobado por el Gobierno valenciano, según el cual, una vez convertido en ley, recibirán ayudas fiscales, sociales o sanitarias las mujeres embarazadas con dificultades específicas, sin tener que esperar el nacimieto de la criatura, a la vez que se agilizan los trámites para facilitar la adopción. No todo en Valencia son, como se ve, los trajes del presidente del Gobierno.- Y otra buena noticia, la campaña que desde hace un año lleva adelante la diócesis de Phoenix, en Estados Unidos, bajo el sugerente título Católicos, volved a casa (alojada en la página web: www.catholicscomehome.org). Balance: 92.000 pesonas vuelven a la práctica religiosa. Otras diócesis norteamericanas ya están pensando en imitarla. ¿Por qué no aquí también?

Federalismo e independentismo

Joan Ridao, diputado de ERC en el Congreso español y secretario general del partido, durante el programa de ayer en TVE Tengo una pregunta para Usted, veía el federalismo como un estado intermedio para llegar a lo que él llama el derecho a decidir (la independencia). Craso error. El federalismo en todos los países europeos y americanos que lo tienen como forma de Estado ha venido a consolidar la unidad de las partes federadas y camina hacia una mayor concentración de poder unitario, como se ha visto en Alemania, Austria, Suiza y Estados Unidos de América, y no digamos  en Brasil, Argentina o México.

El odio y el corazón

Leo en uno de esos hermosos pps que nos intercambiamos los internautas una frase que dicen ser de Víctor Hugo: Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga. La corrijo con todo el respeto posible: El odio, más bien, lo hace pequeño, y a mayor odio más pequeñez.