Archivo por meses: diciembre 2009

Hace mucho frío

Hace mucho frío
fuera de Belén.

-¿El frío de los impíos?
-Y el de los píos
también.

-Reforcemos los pañales
y vengan los animales
domésticos y leales:
el aliento de la mula
y el microclima del buey.

Hace mucho frío
fuera de Belén
.

¿Dónde está, niño mío…

¿Dónde está, niño mío,
niño de perlas,
lo que dicen y cantan de ti
los poetas?

¿Los quesos y requesones,
los corderos, la manteca,
la leche, la miel, las tortas,
las mantas y las envueltas?

¿Dónde el rabel y el pandero,
y dónde las panderetas,
dónde el canto de los ángeles,
dónde la luz y la estrella?

¿Dónde el oro y los regalos
que los Magos te trajeran?
¿Dónde la gente devota
que a adorarte se viniera?

Yo no veo en el portal
más que una ruda pobreza.
Te veo pequeño y débil
sobre las pajas molestas.
Veo a José muy nervioso
y a tu madre muy inquieta.

¿Dónde está, niño mío,
niño de perlas,
lo que dicen y cantan de ti
los poetas?

Si Jesús nació en abril

         (Luc 1, 16)

Si Jesús nació en abril,
en agosto o en septiembre,
no había  hielo
ni nieve,
pero era el mismo
pesebre.

El mismo
que en diciembre.

El mismo niño indefenso,
recostado en el pesebre.

Hombre de carne y hueso

(Jn 1, 14; Luc 2, 8-20; Mt 2, 11)

Hombre de carne y hueso.
Dios hecho carne.
Nunca el hombre entendió
amor tan grande.

Cómo fue tal misterio
nadie lo sabe.
Ni pastores ni magos,
que llegaron de cerca y de lejos
para adorarle.

Su poder y su gloria
cantan los ángeles,
altas voces de Dios,
mas siempre en clave.

Ni siquiera María,
su joven madre,
que en su fiel corazón
guarda el mensaje,
tan humano y divino,
tan inefable,
bajado desde el cielo
por un arcángel.

Hombre de carne y hueso.
Dios hecho carne.
Nunca el hombre entendió
amor tan grande
.

Los nombres de la Sagrada Familia

        
             (Luc 1, 26-31)

No hubo  familia alguna entre nosotros
sin Jesús,
sin María,
o sin José.
A veces sin dos de ellos,
y aun sin los tres.

Vinieron después
los nombres compuestos
de dos a la vez:
las María Jesús,
los José María,
los Jesús María,
las María José…

En estos últimos años,
por abuso o lasitud,
nadie se llama
Jesús,
y, no sé por qué manía,
ni María,
y, tampoco sé por qué,
ni José.

O por increencia,
o por progresía,
o por displicencia,
por ser la moda del día…
no sé:
ni Jesús,
ni María,
ni José.

Nacimiento

    
          (Luc 1, 6; Gen 1, 14-19)
  

   Llegado el tiempo del parto,
   María dio a luz la Luz.
   Y fue el nuevo día cuarto.

Virgen del Adviento

              
  (Luc 1, 26-56; Jn 1, 14)

     Virgen del Adviento
     madre de la espera,
     reina del otoño
     y esperanza nuestra.

     Judía piadosa,
     joven parturienta,
     llevas en tu vientre
     todas las promesas
     que heredó tu pueblo,
     vieron los profetas,
     cantó el rey David
     y aguardó la tierra.

     Dios, el poderoso,
     miró tu pobreza
     y su santo brazo
     te llenó de fuerza.
     El Hijo de Dios
     pobló tu pureza
     y en tu carne virgen
     asentó su tienda.

     Virgen del Adviento,
     madre de la espera,
     reina del otoño
    y esperanza nuestra
.
    

La Biblia no se lee

 Ni se entiende. Antes fue cosa de protestantes. Y, aun después del Concilio Vaticano II, que dio un gran impulso a su lectura, la Biblia se compra  tal vez, pero se lee poco y se estudia menos aún Y hasta cuando se lee en las iglesias, se lee mal: hay qué ver cómo se hacen, en general, las lecturas en las misas. Qué tristeza. Hace poco se celebró en Roma todo un Sínodo sobre la Palabra de Dios, que pasó casi inadvertido para casi todos. Lo reconoce hasta el jesuita español José María Ábrego de Lacy, antiguo rector de Deusto y hoy director del Pontificio Instituto Bíblico en Roma, que visité hace unas semanas en uno de los actos de su centenario. El Instituto, con dos facultades, cuatro colecciones de publicaciones y más de 7.000 alumnos en todo el siglo, tiene hoy 300 alumnos, con un 15% de mujeres y muchos laicos. Desde 1927  cuenta con una pequeña sede en Jerusalén,  aflligida de problemas económicos. Ábrego dice que si es cierto que el posmodernismo no se interesa por los grandes relatos, hemos perdido la posibilidasd de la fe, ya que la Creación, que nace de Dios y va a Dios, es un gran relato.- Yo he querido publicar durante esta Navidad algunos poemas navideños-bíblicos tras una relectura del libro clásico de Raymond E. Brown, El Nacimiento del Mesías, y la lectura del nuevo libro de Marcus J. Borg y John Dominic Crossan, La Primera Navidad. No se puede escribir sobre la Navidad, ni siquiera villancicos, como en tiempos de Lope de Vega, ni pensar que todo está dicho y definitivamente dicho. La reciente investigación sobre la Biblia es vastísima y el panorama bíblico-teológico tras esa investigación ha cambiado muchísimo, incluso entre los católicos. Da mucha pena que muchos sigan todavía anclados, a la hora de pensar, hablar y escribir, incluso sobre la Navidad,  en el siglo XVIII.