Archivo por meses: febrero 2011

El Invierno

En estos días del último invierno, con frío, lluvia y nieve, oigo sosegado -dentro de Las cuatro estaciones, de Vivaldi, que un día nos introdujeron en el infinito mundo de la música clásica- el concierto núm. 4 en fa mayor, titulado El invierno. Castañetean los dientes de la naturaleza en el Allegro non molto. Oigo caer las gotas -pizzicato de cuerdas- en el Largo, o segundo movimiento, mientras el violín solista canta las excelencias del fuego del hogar. Rememoro en el Allegro las estaciones de esquí -Valdezcaray, Formigal, Panticosa, Candanchú, Navacerrada, Mont Blanc, Innsbruck…-, más vistas que recorridas, y me dejo llevar finalmente por los vientos, fríos pero saludables y renovadores, que revivo en las escalas trepidantes del violín.

De dioses y hombres

De hombres, que parecen dioses, presisamente por su humanidad sublime, podríamos decir de esta película del año. Lejos de querer ser víctima del terrorismo a manos de argelinos, a quienes ama y perdona de antemano, el superior de la comunidad cisterciense de Nuestra Señora de Atlas, en Tibhirine (Argelia), Christian de Chergé, hjo de un militar francés que sirivó en ese país, escribe, dos años antes de su muerte prevista, uno de los testimonios cristianos más puros que podemos leer en la historia de los mártires del siglo XX: Que sepan asociar esta muerte a tantas otras tan violentas y abandonadas en la indiferencia del anonimato. Mi vida no tiene más valor que otra vida. Tampoco tiene menos. En todo caso, no tiene la inocencia de la infancia. He vivido bastante como para saberme cómplice del mal que parece, desgraciadamente, prevalecer en el mundo, inclusive del que podría golpearme ciegamente.(…) Argelia y el Islam para mí son otra cosa, son un cuerpo y un alma. Lo he proclamado bastante, creo, conociendo bien todo lo que de ellos he recibido, encontrando muy a menudo en ellos el hilo conductor del Evangelio que aprendí sobre las rodillas de mi madre, mi primerísima Iglesia, precisamente en Argelia y, ya desde entonces, en el respeto de los creyentes musulmanes.- De toda la creación artística de Xavier Beauvois, rubrico la secuencia genial, imborrable, de la última cena de los nueve monjes antes de su secuestro: puro cine, arte también sublime, que nos recuerda Ordet o Juana de Arco, de Dreyer.

Era galáctica

– Vivimos ya no en una era planetaria, sino en una era galáctica. Mientras aqui, en nuestros momentos más libres, nos ocupamos de la falta de ozono, de la polución de nuestro planeta, de la descongelación de los polos, de los tsunamis y de los terremotos, científicos norteamericanos se ocupan ya de las tormentas solares y de sus consecuencias letales en la vida de la Tierra.

– Muchos de los que consiguen por fin llevar el gato al agua han pasado por muchos trances, como gatos panza arriba, o han corrido a veces como gatos por ascuas, y sin dar nunca, claro, gato por liebre.

– Un diario digital vizcaíno afirma por dos veces, en un mismo apartado, que María Jesús Galán, llamada popularmente Sor Internet, ha sido expulsada del convento de los Dominicos (sic), de Toledo. Y no se trata, como se ve, de una trans-sexual.

– El pensamiento único no es nunca autocrítico. Si lo fuera, ya no sería único.

“El sueño del celta”

Acabo de leer reposadamente la última novela histórica de Vargas Llosa en torno a las andanzas del irlandés Roger Casement, aventurero y humanista en el Congo belga y en la Amazonía peruana, cónsul británico, ejecutado en 1916 como traidor al Imperio, tras haber preparado con los alemanes, en plena guerra, la ayuda en hombres y armas a los rebeldes irlandeses. Escrita en un impecable castellano, con algunas variantes hispanoamericanas, el relato de las atrocidades de algunas autoridades belgas en su ex colonia y de dirigentes peruanos en una sociedad británica cauchera en Putumayo es verdaderamente estremecedor, toda una meditación sobre la capacidad del hombre para la crueldad y la maldad en la historia. También toda la tercera parte dedicada a la causa de la independencia irlandesa, mezcla de utopía, generosidad, fervor cristiano y patriotismo exaltado, es igualmente aleccionador. El personaje permanece durante todo el tiempo novelesco en la prisión donde espera-teme la muerte, mientras se narran los sucesos diversos de su vida, una vida intensa, con unas pocas notas variopintas, que, aunque sorprendentes, no distraen y menos extravían del gran relato al lector del mismo.

Los golpes de Estado

– Los golpes de Estado ponen de manifiesto el estado de los golpeadores, que suelen sentirse, por un motivo u otro, golpeados.

– Los paradores no nos paran, pero nos invitan a pararnos en ellos.

– Se confía -se espera activamente- en la Providencia (persona). Se espera pasivamente en la suerte, los hados, la fortuna  o el azar (fenómenos).

– En tiempos de felicidad, qué pronto se nos hace tarde.

Europa se repliega

– Europa se repliega sobre sí misma. Tal vez se siente globalizada más que globalizadora. Los nacionalismos (localismos y monoidentitarismos) crecen por todas partes. El individualismo ambiente tolera sólo pequeños grupos de gente afín, en oposición o indiferencia hacia los demás. Se extiende así una egoísta identidad negativa.


– En la pasarela Cibeles de Madrid la modelo María Escoté ha desfilado casi siempre muy descotada.


– Desde muy antiguo se suele asociar la sabiduría con la vejez. Quizás porque la vivencia y la ceptación de la finitud humana hacen al hombre verdaderamente sabio.


– Los crudos intereses occidentales… sobre el crudo oriental.

Gadafi ahora es malo

Ayer oí en  TV1 llamar por vez primera a Gadafi dictador y después una serie de piropos inhabituales: excéntrico, déspota, sanguinario… Hoy ya le llaman así  casi todos los medios, casi todas las tertulias. Lo mismo sucedió hace unos días con Ben Alí o con Mubarak. Mientras nos visitan oficialmente y nos venden petróleo, o estrechan los lazos de nuestros intereses, son excelentes y excelentísimos, y hasta merecen un puesto en el empíreo de la Internacional Socialista o en el  harén selecto  de Berlusconi. Sólo a la hora de su desgracia política, pueden ser descritos y hasta definidos con verdad. Al sátrapa de Barhein o al del Yemen no los conoce aqui nadie. Los reyes de Jordania y de Marruecos son todavía nuestros amigos oficiales: ya veremos hasta cuando. Lo que sigue siendo cierto es que el mundo de la política no es el de moral, y menos el paradigma de la moral. Los responsables de la mayor dictadura del mundo, también petrolera, que es la china, son tratados  todavía por todos los políticos europeos como durante estos últimos treinta años Ben Alí, Mubarak o Gadafi.

Sobre el 23F

Me impresiona, entre los muchos comentarios que leo estos días sobre el golpe frustrado del 23 de febrero en Madrid, las noticias, ya confirmadas, del proyecto del general Armada y sus conexiones con varios partidos políticos de derecha y de izuierda. Se nos ha olvidado a muchos demasiado pronto. La malevolencia del rey -clave, poco después, contra los conspiradores- con Adolfo Suárez, la falta de preparación política de éste (Estatuto de Guernica, vg.), la fragilidad de UCD, las ganas de poder del PSOE, la fuerza del  terrorismo de ETA, los errores de la política autonómica, los temores del ejército, golpeado por ETA.., todo esto y mucho más hizo posible aquel reblandecimiento… Pero de eso a concluir que la situación actual es parecida -como afirma el nonagenario Armada- a la del año 1981 hay un buen trecho, aunque existan varios problemas no resueltos, que pueden hacer más verosímil ese parecer, unido todo a una nueve crisis económica. Tampoco estoy de acuerdo con algunos comentaristas que piensan que el 23F terminó con una gran fuerza de centro en España, necesaria para la reconciliación nacional, en favor de dos partidos enconados entre sí, que han vuelto a resucitar la clásica lucha incivil de derecha e izquierda. UCD fue, por desgracia, una fuerza de aluvión, demasiado débil y dispersa como para durar más de lo que duró e incapaz de regir los destinos de la Nación. Lo sabemos de primera mano, por ejemplo en Navarra. UCD y Suárez han ganado peso de gloria con el paso de los años, y con el triste final de su protagonista. Le debemos todos admiración y cariño, pero la historia real es insensible con estas vivencias humanas y sigue testimoniando lo que fue, no lo que nosotros hubiéamos querido que fuera.

Norte de África

El régimen de Egipto era y sigue siendo militar: esperemos el final de algo que ha comenzado bien y merece una democrática continuación. El régimen, en cambio, de Túnez era policíaco, más fácil de desmontar, pero el partido socialista del Destur (herencia de Bourguiba, y hasta hace unas semanas en la Internacional Socialista), no ha desaparecido ni mucho menos de las estructuras del país, pese a todos los cambios gubernamentales. El grito que está sonando en todos los países de mayoría musulmana, desde Marruecos hasta Barhein está siendo: trabajo, libertad, dignidad nacional. Es decir, que la nueva revolución es social, política y moderamente patriótica, en lucha contra la corrupción imperante en todas las dictaduras que son todos esos regímenes, se llamen como se llamen. Los movimientos políticos islamistas en todos ellos han tenido una mínima participación, al menos al comienzo, en las rebeliones, aunque luego se han sumado discretamente a ellas. Algunos de sus responsables han puesto Turquía como referencia: un país de mayoría musulmana, pero con régimen de laicidad. Está por ver cuál será la actitud y la actuación de todos esos movimientos, muy plurales en general, a la hora de las elecciones democráticas, cuando llegue el caso, y cuál será su peso en la vida total del cada país. No parece que ninguno de ellos deje de ser oficialmente musulmán como hasta ahora, incluido Túnez, el más occidental de todos. Hace tiempo que el tema de la libertad religiosa está no sólo en los medios infotrmativos y en los ámbitos culturales, sino en la calle. Pero rcordemos, olvidadizos como somos, que en la Iglesia Católica la libertad religiosa no tuvo estado de ciudadanía hasta pasado el Concilio Vaticano II. Desde el punto de vista civil, Arabia Saudita no votó en su día la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) en la ONU. Y los Estados islámicos que la votaron no la han aplicado todavía en lo que a la libertad religiosa atañe. Sus Constituciones no toleran el derecho a la conversión. Y hoy mismo, en varios de esos países, lo mismo que en Pakistán, se castiga  cualquier disidencia, llamada blasfemia, incluso  con la muerte.

La religión de Ibn’ Arabí

El célebre filósofo, poeta, sabio, viajero, místico, musulmán Ibn’Arabí (Murcia, 1165-Damasco, 1240), hijo de padre  murciano y madre bereber, denominado doctor máximo, la figura  quizás más sobresaliente del misticismo musulmán, cantó en sus dos cientos de obras la religión del Amor, que abarca todas las formas religiosas: El amor es la misión y la vocación de toda la vida. Que una única palabra pare la guerra: “Ama y sé amado”. Hacia nadie sentimos odio. Todo el mundo es igual para nosotros. Según su doctrina, el desagrado hacia la religión ajena se basa en la ignorancia. Y es que para los verdaderos sufíes, el amor es la única religión, la de todos y la de siempre. Otro célebre poeta sufí de su tiempo, Jalai ad-din Rumi, nacido en Afganistán, entonces territorio persa, lo resume en unos pocos versos:

Hallé el Amor
por encima de la idolatría
y la religión.
Hallé el Amor
más allá de la duda y de la realidad.