Archivo por meses: octubre 2011

Sudán del Sur

Una de las noticias que más me alegraron durante el último verano fue la proclamacion de la indepedencia de Sudán del Sur, capital Juba, el día 9 de julio, que se convirtió así en el 54º Estado africano, gracias sobre todo al empeño de la diplomacia norteamericana y del secretario general de la ONU. Desde mis tiempos de diputado europeo, la guerra en Sudán, que duró casí 50 años y causó millones de muertos y desplazados, fue siempre una de mis continuas preocupaciones y de mis más dolorosos sobresaltos.  El nuevo Sudán del Sur, donde todavía las fronteras no son seguras y los conflictos con el enemigo islámico del norte están lejos de terminar, es uno de los países más pobres del mundo: la mayoría de las familias viven con ingresos inferiores a 20 dólares al mes; uno de cada cinco niños muere en los primeros cuatro años y una de cada seis mujeres durante el embarazo y el parto; el 85 por ciento de la población es analfabeta; desde octubre de 2010 unos 300.000 desplazados han vuelto al país y se esperan otros tantos en los próximos meses, pero en lo que va de año, 150.000 sursudaneses han sido  de nuevo desplazados y 1.800 han muerto en actos violentos en el territorio. La nueva nación es un desafío para la comunidad internacional, para la Unión Africana, para la Unión Europea y para todos nosotros. En Sudán del Sur, con una mayoría de animistas y de cristianos, la escuelas que existen están casi todas en manos de misioneros (combonianos y salesianos, sobre todo) y el nuevo Gobierno parece dispuesto a cooperar con las congregaciones religiosas y las organizaciones no gubernamentales para poner en marcha el nuevo sistema educativo. Tierra de gran abundancia, como canta su nuevo himno nacional, el reto inmenso es ahora cutivarla en todas sus posibilidades.

Elogio de los agnósticos inquietos

Tras el encuentro inter-religioso en Asís, el pasado día 27, que conmemoró el primer encuentro tenido en la ciudad franciscana hace 25 años (1986), por iniciativa de Juan Pablo II, el  actual papa Benedicto XVI elogió en la sala clementina del Vaticano, al día siguiente, la presencia y la actitud de muchos agnósticos sinceros que buscan a Dios. Algunos de esos agnósticos, por iniciativa del Vaticano y de otras confesiones, habían asistido al encuentro de Asís y estaban presentes en la sala. Toda una novedad de felices consecuencias. Personas -dijo el papa- a las que no les ha sido dado el don de poder creer y que, sin embargo, buscan la verdad, están en la búsqueda de Dios. Personas como éstas no afirman simplemente”No existe ningún Dios” y sufren a causa de su ausencia. Buscando lo autentico y bueno, están interiormene en camnino hacia Él. Son peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz. Plantean preguntas tanto a una como a la otra parte. Despojan a los ateos combativos de su falsa certeza, con la cual pretenden saber que no hay un Dios, y los invitan a que, en vez de polémicos, se conviertan en personas en búsqueda, que no pierden la espranza de que la verdad exista y que nosotros podemos y debemos vivir en función de ella. Pero tambien llaman la atención a los seguidores de las religiones, para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece a ellos hasta el punto de sentirse autorizados a la violencia respecto de los demás. Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios…

La Liga pro Derechos Humanos

Escribo un breve artículo sobre dos Ligas laicas, promovidas en 1933 por la masonería española, muya  activas en el campo de la enseñanza, que no hay que confundir con la Liga laica, preparada en Madrid en la Casa del Pueblo, en marzo de 1931, aunque presididida poco activamente  hasta su muerte (1935) por el no socialista, pedagogo e historiador del arte, Manuel Bartolomé Cossío, máxima  figura entonces de la Institución Libre de Enseñanza, ya muy enfermo. Pero veo en otro estudio que alguien confunde la Liga Española pro Derechos Humanos con algunas de estas Ligas. No. La Liga Española pro Derechos Humanos fue fundada en 1913 por españoles liberales prestigiosos entonces, como José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno,  Azorín, Manuel de Falla, Manuel Azaña…, y en este momento está presidida por don Francisco Alonso Rodríguez. Uno de los comunicados más resonantes durante este año fue el que lleva fecha de 11 de abril ante el anuncio de una procesión atea convocada por grupos anticlericales de Madrid, a la par de la tradicionaal procesión cristiana del Jueves Santo en la capital de España. Verdadera ofensa al mundo cristiano, como lo prueban  sub-anuncios como “la cofradía del mismísimo coño”, “la congregación de la cruel inquisidora” ,”la hermandad de la santa pedofilia” o “la cofradía del papa santo latrocinio”. La Liga Española, tras recoger, en sus propios términos ofensivos, esta noticia, definir breve y acertadamente el sentido de la Semana Santa y transcribir el artículo  16 de la Constitución Española, en el segundo párrafo de su apartado tercero, considera que el autorizar o permitir una procesión en ese sentido (para mofarse de los cristianos y sus ritos) va en contra del contenido del párrafo primero del artículo 16 de la Constitución Española, ya que no ayuda en absoluto al mantenimiento del orden público y del respeto a las creencias religiosas de los demás. Por fin, después de muchas cavilaciones fuera de lugar, la autoridad gubernativa prohibió el esperpento. La Liga pro Derecchos Humanos, como se ve, cumplió muy dignamente su deber. Yo no lo he sabido hasta estos días. Nada, pues, que ver con las Ligas laicas de 1933.

La causa de la crisis

El Consejo Pontificio por la Justicia y la Paz acaba de publicar un importante documento, en el que pide una reforma del sistema financiero y monetario internacional y una autoridad pública universal que gobierne el mundo de las finanzas. Reclama el multilateralismo no sólo en la diplomacia, sino también en favor del desarrollo sostenible y la paz. Denuncia el riesgo de una generación de tecnócratas que ignore el bien común. Pide, además, volver a la primacía de la política sobre las finanzas y la economía en general. Entre los objetivos a medio plazo propone la creación de un Banco central mundial. Pero sobre todo ataca a un liberalismo (liberismo) económico, al aque acusa de ser la causa de la crisis, y al que hay que contraponer una autoridad mundial. Sin ésta, el mundo globalizado corre peligro de llegar a ser una torre de Babel. La actual crisis económica y financiera es, según el Consejo Pontificio, el efecto devastador de las ideologías liberalistas sin reglas y sin control: Un liberalismo económico así es una forma de apriorismo económico que pretende tomar de la teoría las leyes de funcionamento del mercado y las llamadas leyes del desarrollo caapitalista, exasperando algunos de sus aspectos. Asimismo el Consejo apoya la propuesta de una tasa internacional para las transacciones financieras: Debería llevarse a cabo mediante cuotas equitativas, pero moduladas con cargas onerosas proporcionales a la complejidad de las operaciones, sobre todo de aquéllas que se realizan en el mercado secundario.

Estricta economía

Las tribulaciones y las quejas de los contribuyentes españoles ante los abusos y excesos de sus gobernantes no son de hoy. Lo cual no es un consuelo de tontos, sino puede ser acicate de listos. Nada menos que en la revista crítica y satírica del novelista y crítico social decimonónico Ayguals de Izco, Guindilla, número 20, del 22 de septiembre de 1844, podemos leer cosas como éstas:  Aboguemos todos por la disminución de los gastos hasta nivelarlos con los ingresos. Abajo esos sueldos exorbitantes que insultan la miseria general. Adóptese un nuevo sistema de administración, por el que los fondos del tesoro se vean puestos en manos puras, económicas e inteligentes. En el general agobio que sumerge a los pueblos se hunde la patria, si las contribuciones se aumentan. Levantan ya su voz protectora todas las corporaciones populares de España pidiendo un gobierno barato. No hay más áncora de salvacion que la estricta economía.

El porqué de crímenes tan útiles

En el guión de Al final del túnel (Elías Querejeta-Eterio Ortega), a punto de estrenarse, dos ex  bandidos etarras juzgan los 43 años de la banda terrorista. Pero mientras Kepa Pikabea, preso en Nanclares de la Oca, aborrece su pasado y se muestra arrepentido, Juan Karlos Ioldi, ya en libertad, justifica lo que él llama lucha armada, llevada a cabo hasta ahora: Indudablemente ha merecido la pena. Estamos a punto de conseguir nuestros objetivos políticos. ¿Cómo no va a merecer la pena? Me parece el mejor comentario a lo que muchos necios dicen sobre la inutilidad de los crímenes de ETA y necedades así. Pero el bárbaro Ioldi dice algo más, que debieran leer todos los que hablan de libertad, democracia y otros lugares comunes, sin atreverse a decir o escribir jamás que mataron siempre por odio a España, que mataron siempre a quienes, de una u otra manera, defendían España, representaban a España o servían a España: Cuando ocurren sucesos de este tipo (quiere decir: atentados mortales), no valoramos a esa persona, sino a lo que significa esa persona. No es nada personal… Ya lo sabíamos algunos. Pero oírselo decir a un etarra brutal tan claramente no es lo mismo, y despeja todas las dudas.

Allegro, Adagio, Allegro

Saltan los hombres con júbilo en la música de Bach
porque suya es la gracia de Dios y la esperanza.

Y luego se ponen a pensar, recogidos, silentes,
sobre tantos enigmas y penas de este mundo.

Para luego volver a reír, jugar y dar las gracias
al Dios de la belleza y la música sin fin.

Sobre “The Stranger Song” de Leonard Cohen

   Yo también deseé
   subir al quinto cielo
   y decir al llegar
   que era extranjero.
  
   Yo también pretendí
   haber dejado el juego.
   De tomar tanto tren
   me fui haciendo viejo.
   Pero ella está en el mar.
   Pero ella está en el viento.

   Era extranjera, amor,
   la que vino al encuentro.
   Y le dije al llegar
   que era extranjero.

Cantabria infinita

Vengo de la Casa de Cantabria en Navarra -que no existía en mis tiempos políticos- de decir el pregón en la fiesta de la Viirgen bien Aparecida, patrona de Cantabria. Les he hablado, de viva voz, de mi cantabridad -yo también soy cántabro-, de mi amor y admiración por esa región, de mis recorridos por ella. He pregonado también los progresos de la Comunidad Autónoma durante esta época democrática. Tras recordar, puestos en pie, a las víctimas del terror etarra, he pregonado la necesidad de la acción conjunta de las Comunidades Autónomas en la formación continua de la  España de cada día, de esa España una y distinta (no solo plural ni solo diferente), europea y universal. Y he pregonado, por fin, la gratitud de los navaros por el trabajo cívico y cultural que lleva a cabo desde hace veinte años en Pamplona. Cantabria infinita: ese ave que vuela hacia el mar desde los páramos burgaleses o desde el Campóo palentino. O ese abanico de altas montañas y ríos rápidos, con el que se atrae la brisa del mar la vieja Castilla histórica.

Los premios Príncipe de Asturias

La fiesta de la entrega de los premios Príncipe de Asturias se ha convertido desde hace años en la fiesta, en el acontecimiento cultural más importante de España. Ayer tuve la suerte de seguirla desde el principio al fin, y fue una experiencia de altísimo goce espiritual. Tanto, que dejó muy atrás mi relativa alegría por el fin del terrorismo etarra y la repulsa a las mentiras y a las bajezas del mundo independentista vasco. La encantadora e informal alocución de Leonard Cohen; el dicurso científico y divulgador del asturiano de origen, Arturo Álvarez-Buylla; la  familiar y entrañable intervención de Ricardo Muti; la empeñada y testimonial lectura de Yoyohiko Tomioka, héroe de Fukushima, y sobre todo la lección magistral del príncipe Felipe, que supo enlazar,  con voz emotiva y gesto justo, los méritos de cada uno de los premiados, tan distintos, con la actualidad de la crisis económica y el triunfo de la democracia española sobre el terror etarra, fueron platos de un festín cívico-cultural difícilmente igualable. Todo el teatro en pie recordó y homenajeó a las casi mil víctimas de ETA. Y sonaron, a la gaita, al comienzo y fin de la ceremonia, los himnos de España y Asturias.