Archivo por meses: abril 2012

El Tribunal de Cuentas

Lo conocí de cerca  y por dentro cuando me invitaron, siendo presidente del Parlamento de Navarra, para  hablar a sus miembros del régimen foral de Navarra y de nuestro proyecto de Amejoramiento. Tuve después varios compañeros senadores en la ilustre casa. La impresión que ayer pudieron sacar los televidentes del programa Salvados, que pilota Jordi Évole, no pudo ser peor. Para comenzar, José García Abad, que hacía de guía y portavoz del Tribunal ante el periodista, afirmó que los ilustres miembro no la hincan, apenas si asisten a las sesiones, son muy provectos, algunos de ellos octogenarios y casi todos ex ministros, ex  senadores y ex congresistas. Y todavía uno de los polìticos entrevistados después por Évole se empeñaba en llamarlos independientes. Por si algo faltaba, llevan cinco años de retrasso en el examen de las cuentas del Estado. Ninguno de los miembros del Tribunal accedió, claro, a ser entrevistado. Los dos representantes de los dos grandes partidos españoles, entrevistados en la segunda parte por Évole, no pudieron estar peor: nada autocríticos, premiosos, escurridizos, titubeantes… intentaron justificar el secretismo de las donaciones; no supieron explicar la contradicción legislativa de prohibir donaciones  a los partidos pero no a las fundaciones de los  mismos; no sabían la cifra de lo que habían gastado en la campaña electoral; no se atrevieron a criticar las condonaciones de las deudas por los bancos… Una desgracia. Nuestro Tribunal de Cuentas no pudo tener ayer peor día.

Otra falta de pedagogía

Escribía yo hace algunas fechas sobre la demagogia del Gobierno anterior y sobre la falta de pedagogía del Gobierno actual. En la rebelión de la mayoría de las asociaciones de víctimas del terrorismo (etarra) ante las nuevas medidas anunciadas ¡en Luxemburgo! por el ministro del Interior, encontramos uno de los efectos de aquella demagogia, de esta falta de pedagogía, y también de aquella demagogia del PP, cuando estaba en la oposición y hacía buenas todas las peticiones de las víctimas y de cualquiera que opinara (o jugara) de la manera más extrema. Es natural que ahora, cuando existe una situación nueva, cuando la recesión económica aprieta por todos los lados, cuando los partidos independentistas vascos y catalanes presionan sin cesar, y el PSE y el PNV buscan su hueco e intrigan y conspiran a la vez, el Gobierno y su partido no puedan ni hablar ni actuar de la misma manera como lo hacían en la oposición más frontal en este campo, sin un criterio claro, sin una política precisa sino la de la oposición, verbal y rotunda, a toda negociación política, que endilgaban -hoy sabemos que con razón- al partido gobernante. Si el partido popular era desde hace años el partido de las víctimas, lo que no puede hacer es, cuando llega al Gobierno, prescindir de las mismas, no contar de algun modo con ellas, no discutir al menos con ellas, y anunciar nuevas medidas, antes vituperadas, o por lo menos no contempladas, …. desde Luxemburgo. Para, al día siguiente, llamarlas, una a una, al diván y preguntarles su opinión sobre lo ya decidido. No puede ser. Estos hombres no saben qué es el pueblo, dónde está el pueblo, qué quiere y pide el pueblo. No digo que hagan siempre lo que se les pide o se les exige. No. Pero, al menos, que se enteren de lo que hay. Y que no nos digan lo que va a suceder, sin más, desde Londres, desde Bruselas o desde Luxemburgo.


Sociedad de consumo

– La sociedad de consumo no es, de suyo, aquélla que consume mucho, sino ante todo una forma de pensar, una manera o moda de actuar que, consumiendo mucho o poco, quiere controlar a todas horas y de todos los modos posibles el deseo del consumo.


– El consumismo, que tiene como principio y fin el yo individual, multiplica ese yo y lo hace común y general, pero no comunitario.


-Para la sociedad de consumo el futuro desaparece como tal. Se hce presente, se presentiza po rmedio del consumo, al decir del sociólogo español Juan González Anleo. Y es que la sociedad de consumo no puede tolerar que nada ni nadie se escape de sus manos.

“Este día se me hundió el mundo”

Pocos años antes de morir, pedí a mi madre una lista de todos los cumpleaños de toda la familia, que es mucha. A ella no se le pasaba ninguno. Fue apuntando uno por uno, en cada  mes, y al llegar al 27 de abril, anotó:”Este día, y tú lo sabes, se me hundió el mundo”. El 27 de abril, moría mi padre, con 27 años, en un hospital de Vitoria -en una escuela, reconvertida en hospital de guerra-, a consecuencia de las heridas recibidas en el frente siete días antes. Mi madre revivía cada año una verdadera semana dolorosa. Siempre estuvo profundamente enamorada del amor de su existencia y re-cordaba aquella muerte como un acontecimiento presentísimo, trágico. Aun estando totalmente de acuerdo con aquella entrega, total y libre, de la vida por la causa más noble. Plenamente identificado con la misma vivencia, añado  solamente que ojalá a ninguna esposa, a ninguna madre se le hunda el mundo nunca más, con motivo de alguna otra guerra.

El pueblo más bonito de España

Vuelvo de un recoleto paraíso de paz, de fraternidad y de acogida, próximo a la costa  levantina, del que ya he hablado en ocasiones anteriores. Y no hay que repetirse. En el camino nos damos con el anuncio del pueblo, que siempre me han presentado como el pueblo más bonito de España. Se trata de Albarracín, claro, en la  hasta hace poco escondida provincia de Teruel, antes de la construcción de la autopista del Mudéjar. Los libros, los folletos, las muchas páginas electrónicas nos hablan, naturalmente, de su prieta historia, de sus propietarios y de sus personajes, de sus castillos y murallas, plazas y calles, iglesias y ermitas, ríos y regatos, posadas y hoteles, casas y casonas… Pero antes de todo esto, está para el que la ve por vez primera, como acabo de verlo yo, esa inmediata visión-conmoción de un Albarracín fantástico y realísimo, aparecido y tradicional, ancestral y novísimo, ascendido y descendido, vertical y horizontal, fascinante y encallecido, aguileño y fluvial, cimentado y enhiesto, castillar y espejado, escarpado y hundido, fugitivo y apresado, amurallado y libérrimo, defendido y expuesto, moro y cristiano, medieval y contemporáneo, individual y eclesial, ístmico e isleño, encallado y navegante, encaramado y trepador, lumínico y aborrascado, angosto y expansivo, encaprichado y seguro, furibundo y cautivador, azul y terroso, estático y extasiado, lejanísimo y próximo… Interminable Albarracín, que casi agota el diccionario de los más bellos epítetos. Que para eso es el pueblo más bonito de España.

Valores actuales

En el mundo económico-político, cuando se habla de valores, se habla casi exclusivamente de valores bursátiles. Los demás, si existen, pasan a segundo plano subordinado.

A buen entendedor…

A veces la alternativa real no es la real alterntiva.

Quien regala bien vende / si el que lo recibe lo entiende. Pero no hay medio mejor de hacerse entender que el regalo.

Homo evolutus

Al homo sapiens sapiens le asignan ya algunos científicos su relevo: el homo evolutus: el hombre que comienza a controlar y a re-crear vida.