Archivo por meses: octubre 2014

Palomeras de Etxalar

 

Miles de cazadores dejan para octubre-diciembre sus vacaciones y se van con la cuadrilla a la choza, la trepa, el nido, la caseta, la cabaña, en algunas de las sierras pirenaicas, o en sus estribaciones. Allí esperan la pasa, palomean y rentabilizan así el  puesto, que tan caro les costó.

Pero sólo en Etxalar rigen legalmente los procedimientos de la palomería que regían en el siglo XV.

Del 1 de octubre al 20 de noviembre, en el parque Yarmendi del collado de Usataguieta (sitios de palomas). los palomeros extienden primero las redes; y luego, desde las trepas, con trapos, si vienen alejadas, o con paletas, si elevadas, las atraen hacia la trampa mortal.

Dicen que ahora pasan muchas menos que antes. La suavidad de los inviernos, el reactivado instinto de defensa de las aves, el número creciente de cazadores…

En Etxalar, al menos, no cabe el reproche del clásico refrán vasco:

Usoak joan / sareak heda

(Idas las palomas / extendéis las redes).

… pero se hace justicia

 

No fue así en otros tiempos de corrupción similar. Ni siquiera en los recientes. Todavía, pongo por caso, no se ha procesado a ninguno de los imputados en el caso Gürtel, el caso más sonoro de corrupción política, después de seis años. Nunca, como ahora, fiscales, jueces, fiscalía anticorrupción, partidos políticos, medios informativos…. fueron tan activos. Nunca ha habido tantos empresarios y políticos de toda índole -a pesar de que la ley ampare tanto a los ricos para cambiar dinero por prisión- encarcelados, juzgados, procesados, imputados. Sea por acumulación histórica,  hartazgo o presión popular. Por lo que sea. Pero es una realidad. Ya sé que los partidarios de cuanto peor, mejor me lo van a negar y a criticar. Pero mi brújula es la realidad y no la distorsión de la misma, por sublimes que sean las intenciones de los distorsionadores.

Cristianos y musulmanes

 

El mitologema de las tres culturas durante la Edad Media, que incluso da nombre en algunas ciudades a calles y plazas, es decir, la convivencia pacífica y democrática entre cristianos, judíos y musulmanes, sólo fue una realidad en casos contados dentro de contadas situaciones. Lo habitual, cuando dominaban los musulmanes, fue la subordinación, cuando no persecución de cristianos y judios, y, cuando dominaban los cristianos, la subordinación cuando no persecución de  judíos y musulmanes. Los testimonios son innumerables. He aqui, uno importante, el del escritor Ibn Abdun, autor de la obra Risala, en pleno siglo XI: Un musulmán no debe dar masaje a un judío ni a un cristiano, asi como tampoco tirar sus basuras ni limpiar sus letrinas, porque el judío y el cristiano son más indicados pora estas faenas, que son faenas para gentes viles. Un musulmán no debe cuidarse de la caballería de un judío ni de un cristiano, ni servirle de acemilero, ni sujetarle el estribo, y, si sabe que alguien lo hace, repréndasele. Debe prohibirse a las mujeres musulmanas que entren en las abominables iglesias, porque los clérigos son libertinos, fornicadores y sodomitas. El autor sigue diciendo que no deben venderse a judíos y cristianos libros de ciencisa escritos por musullmaneds, porque luego los traducen y se los atribuyen a los suyos y a sus obispos. Ni permitir a médicos judíos y cristianos curar a musulmanes, ya que no abrigan buenos sentimientos hacia ningún musulmán (…), porque a quien no tiene simpatía por los musulmanes, ¿cómo se les han de confiar sus vidas?

Hasta Ramiro Pinilla

 

Hasta Ramiro Pinilla, el novelista de  Getxo, autor de Verdes valles…, tan ateo él, tan satisfecho de sus herejíaa hasta el final de su vida, sentía la nostalgia de la resurrección; quería (hubiera querido) resucitar, aunque lo expresara con un hábil rodeo, indirectamente. En una sus últimas entrevistas concedida a una revista poco antes de su muerte, decía: Tengo salud y la mente bien. De hecho yo creo que estoy mejor mentalmente ahora que en mis veinte años. La muerte no me da miedo, la muerte sólo me da pena. Porque sé lo que no voy a encontrar en el otro lado: no habrá nada. Hay que vivir lo más posible, con salud.-  “Que la tierra le sea leve”, escriben sus amigos y admiradores, y yo me añadiría a ese coro. Pero ni siquiera eso se puede ya decir en el caso de la cremación.

Se reduce el hambre en el mundo

 

Alguna noticia tenía que ser buena. Con la falta que nos hace. Y la mejor noticia tiene que ver con la peor tragedia del mundo de hoy, aunque apenas se asome a la actualidad en medio de la espesa humareda de la corrupción política. Pero es el caso que el hambre, esa plaga que afecta a un total de 805 millones de personas en el mundo, se ha reducido en un 39% desde los años noventa, según el International Food Policy Research Institute, en su Índice global del hambre 2014: más de 100 millones de personas han dejado de sufrir hambre. Los 17 países que hace 25 años se encontraban en situación extremadamente alarmante, eran ya 12 en 1995, seis en el año 2000, y tres en 2005. Hoy quedan sólo dos Estados en aquella situación: Eritrea y Burundi. Aunque todavía 14 Países  (12 en el África subsahariana, Laos y Haiti) estén todavía en situación alarmante.  Un total de  26 Países han reducido sus tasas de hambre en un 50%  o más. Angola, Bangladesh, Camboya, Chad, Ghana, Malawi, Níger, Rwanda, Tailandia y Vietnam obtienen las mayores mejoras en las putuaciones. ¿No es, en verdad, la mejor noticia que podemos  oír?

¿Quiénes son nuestros enemigos?

 

¿Aquéllos que nos odian o, más bien, aquéllos a quienes odiamos?

Tony de Mello nos lo resume en uno de sus cuentos cortos.

Érase una vez un ex prisionero en un campo de concentración nazi, que fue a visitar a un viejo compañero que había compartido los mismos horrores. Hablando, hablando, le preguntó:

-¿Has olvidado ya a  los nazis ?                                                                                                                      – Sí, le contestó.                                                                                                                                               -Pues, yo no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma.

Y su amigo le dijo prudentemente:

-Entonces, aún siguen teniendote prisionero.

¿Nadie lo sabía?

 

Lo que más me preocupa y hasta me aflige en ese mega-escándalo de las tarjetas, opacas por negras, de Caja Madrid-Bankia es la pregunta de si nadie lo sabía en los partidos y sindicatos a los que pertenecían los hoy tenidos por todos como delincuentes. Que eran  consejeros nombrados por las respectivas autoridades y estaban muy bien retribuidos era cosa sabida. ¿Nadie sabía, además, que utilizaban al menos una tarjeta para gastos de representación? ¿Y no que tenían dos tarjetas? ¿Es posible que militantes tan destacados y privilegiados no dejaban nada para el partido y el sindicato correspondiente, como era habitual, por ese tiempo, en casi todos ellos? ¿Y los que recibían hipotéticamente ese dinero, hipotéticamente no sabían lo que pasaba? ¿Cuánto de ese dinero sacado de los cajeros con guante blanco o sin guante no iba al arca casera? ¿Nadie lo sabía? ¿Nadie lo sabe?

¿Para qué votar?

 

Para un nacionalista exacerbado la ciudadanía de verdad es su pertenencia a un país, pertenencia exclusiva y con frecuencia excluyente. Y la democracia le interesa sólo cuando favorece esa pertenencia. La aspiración máxima de un nacionalista exacerbado, que suele ser independentista cuando se trata de un pais que no es Estado, es  verlo convertido en sujeto político autónomo, en demos, con todos los derechos del mundo a manfestarse, a votar, a independizarse. Manifestarse y votar, a ser posible dentro de la legalidad, no es para él más que un medio para ese fin. No es que su país, su nación, le dé derecho a votar, sino que el ejercicio del voto significa para él y su país el mayor reconocimiento, la práctica concesión del estatus de sujeto político, de nación política, de Estado, su anhelado sueño de toda la vida. Por eso, el resultado de una llamada consulta o referéndum  es lo de menos. Lo de más es el mismo referéndum o consulta. Ya lo dijo Otegi hace años: “No importa que perdamos sesenta veces el referendum; lo que importa es que se haga”. Una vez ganado, ya no hay vuelta atrás. Ni democracia ni derecho a decidir. De ahí la estupidez de partidos, como el PSC y, parcialmente, de ICV, de ser partidarios de la consulta, dígase: del derecho a la autodeterminación, pero no de la independencia. No han entendido nada.

Viñedos y vendimia

 

Este año, llegué tarde a la viña abandonada, que vendimio todos los octubres, y tuve que contentarme con las escuálidas uvas blancas que aún supura otra viña contigua más abandonada aún , invadida por la maleza. Espero todavía racimar con éxito en las suculentas viñas riojanas.

El vino ha sido desde siempre un producto principal navarro, y después del cereal, la segunda fuente de ingresos de nuestra agricultura. Las excavaciones han ido descubriendo bodegas en las villas romanas de Liédena, Falces, Funes o Arellano. Los exteriores e interiores de nuestras iglesias románicas, góticas y barrocas se adornan frecuenemente con uvas, parras y escenas de vendimia. Poco antes de la terrible filoxera, que destruyó nuestros viñedos desde 1890, se rozaron las 50.000 robadas de plantación, donde reinaba la garnacha, la mazuela y la tempranilla, que daban aquellos recios caldos tintos, altos de grado y de fuerza.

La creación de bodegas cooperativas -la Olitense, en 1911, fue la primera de Navarra y una de las primeras de España- impulsó decisivamente la recuperación y el mejoramiento de nuestras viñas.

Muchas generaciones de navarros han participado en las tareas rituales del abono, poda, sarmenteo, cultivo, desforrecino, deshijuelo, sulfatamiento y vendimia. Ésta úiltima era una fiesta, la fiesta familiar más alegre del año agrícola: la preparación de la bodega y los lagos, el madrugón, el tajo, las cestas y las tijeras, las comportas, el acarreo, el pisar las uvas, la cena en común, el vaciar los lagos, la prensa de la pasta, las cubas, el chiquiteo casero, la compra-venta del vino, muchas veces forzada por la pobreza… Después, las bodegas comunales cambiaron mucho el rito artesanal y familiar, y la modernización actual, con las altas viñas emparradas, la vendimiadora mecánica, el transporte mecánico, los depósitos metálicos… lo han hecho desaparecer casi del todo.

Aún queda lo esencial. E cultivo amoroso de la vid durante todo el año. La belleza y el gusto, únicos, de la uva. La cata, en la que la vista, el olfato y el gusto arrastran al cuerpo y al espíritu al común festín:

Como el amor. Lentamente                                                                                                                           elvino se va filtrando                                                                                                                                     dulcemente enamorando                                                                                                                                 los sentidos y la mente.