Archivo por meses: noviembre 2014

Adviento I

 

Corre por el mundo, atravesado de desgracias,

de esperanza un clamor.

Todos miran expectantes

a su alrededor.

Casi nadie  ve que viene

el que viene en nombre del Señor.

Los que van a morir nos saludan

 

(Una nueva avería informática, que hemos sido incapaces de solventar, me ha quitado de un golpe las entradas registradas desde el día 10 y me ha dejado  en la  duda de  qué hacer hoy y mañana)

***

Desde hace meses estamos recibiendo numerosos informes, mensajes, avisos, llamamientos, protestas, peticiones… en torno a la persecución de los cristianos en muchas partes del mundo. Hace cuatro días el papa Francisco hablaba de ella en el Parlamento Europeo y ayer en Ankara ante el presidente Erdogan, lamentando a la vez el silencio o la indiferencia de personas e instituciones que suele seguir a las noticias de las matanzas y de los estragos. Hasta ahora el mensaje recibido que más me ha impresionado y conmovido ha sido uno muy breve, que nos reenviaban las Carmelitas de Campo Campo Grande, Valladolid, y procedía de unos misioneros evangélicos que trabajaban en una ONG de su fe evangélica distribuyendo alimentos en el norte de Irak:

Como el ejèrcito iraquí acaba de perder la ciudad de Qaraqosh a manos de las fuerzas del Estado Islámico, conforme van entrando en la ciudad van decapitando sistemáticamente a los niñps varones y haciendo esclavas a las niñas. Están ya a 10 minutos de donde estamos trabajando nosotros. Miles de cristianos y otros no-islámicos han huido a la ciudad de Erbil, que ha sido evacuada por el personal de la ONU. Hemos decidido delante del Señor quedar donde estamos porque la población que queda no tiene otra ayuda. Necesitamos vuestra cobertura de oración: que el Señor frene esta locura de fanatismo extremo que ofrece sólo conversión forzosa al Islam o una muerte cruel para los cristianos y otros en toda esta área.

Puente de la Magdalena

 

El puente románico y peregrino del Barrio pamplonés de la Magdalena le pone ojos al río Arga.

Ojos de arcos redondos, de agua y piedra.

Ojos claros y serenos para mirar cómo se derrama el otoño por las huertas, volviéndolas feraces, y cómo sube por los chopos lanzales poniéndolos arrechos.

Es el mometno del adagio de L´Autumno, de Antonio Vivaldi: las cuerdas tocan con sordina y el clave desdobla mágicamente sus acordes.

Día de tristeza y amargura

 

Hoy es un día triste y amargo para mí. Y para muchos españoles amantes de Cataluña. Más, seguramente, para muchos catalanes españoles que viven en tierras catalanas. Si mi fe fuera más ingenua, le pediría al incierto san Jorge, soldado y mártir bizantino, patrono de los ejércitos bizantinos , y titular de mi Creu de Sant Jordi, que sajara con su espada todo mal que encuentre por el camino hacia la batalla de cada día, y que nos llevara a todos a la victoria de todos sobre la mentira, la enemistad, el rencor, el odio y  la falta de cordura. Pero no se lo pido. Y porque ese simulacro de consulta, pero a la vez explosión de alejamiento y separación de muchos catalanes  de la Espanya gran me parece, además de inútil, injusta sobre todo, sufriré la tristeza y la amargura durante todo este infausto día 9 de noviembre del año de desgracias 2014.

De las nacionalidades y regiones a la independencia

 

La última etapa la hemos conocido muchos y tiene menos intríngulis. Volvió Cataluña con la Constitucion de 1978, que tampoco fue federal porque nadie lo quiso, a ser una Comunidad Autónoma, algo más que una Región, oor medio de un nuevo Estatuto, y con el nombre de nacionalidad que tantas veces había empleado Cambó siguiendo a Pi y Margall, y que por fin los los constituyentes introdujeron en la Constitución de 1978.  Siguió Cataluña ganando grados de autonomía, vg., competencias de orden público, que no estaban en el Estatuto, y otras bicocas aprovechando la posición privilegiada del partido nacionalista hegemónico en Cataluña, CIU, y sus pactos de Gobierno con los partidos gobernantes españoles. Pero en 1998, con el Pacto de Barcelona, entre CIU,  PNV y BNG, siguiendo el impulso independemtista de ETA, volvió CIU a la tradición confederalista de Unió Democràtica y a la lectura confederal de la Constitución. El socialista Pascual Maragall, en la misma órbita, logró, años más tarde,  del irresponsable presidene españaol Rodríguez Zapatero el cambio de Estatuto, que pocos solicitaban, en ese misma línea, o, al menos, en una línea federal asimétrica, que venía a ser lo mismo: se trataba de aumentar las competencias  que la Constitución no atribuía a la Comunidad Autónoma, por medio de un nuevo Estatuto. El error de llevar a referéndum un texto que luego corrigió seriamene el Tribunal Constitucional fue otro grave error añadido. Desde entonces, toda una serie de induccciones constantes por parte de los Gobiernos de la Generalitat, y sobre todo de CIU con la ayuda de Esquerra y de muchas instituciones cívicas, el silencio o la cobardía de un PSC dividido y arruinado, y el silencio de los corderos de gran parte de la sociedad catalana casi hasta última hora, han llevado las cosas hasta los extremos de pedir a todas horas la independencia, en un momento de grave crisis económica y política en toda España, y hasta organizar una falsa consulta, es decir, un soterrado referéndum independentista ilegal e injusto. Se ha vuelto un poco más lejoas de lo que pedía el Missatge a la Reina Cristina, en 1888,  que era una confederación con la única unión en la Corona. Y algo más lejos aún de lo que se deseaba al comienzo del Missatge, muy cercano a que se deseaba por entonces en Navarra y en el Paìs vasco :la reintegración foral volviendo a los tiempos anteriores a 1839: en Cataluña al tiempo anterior al 1714. La herida es profunda. Y el fracaso de todos también.

Un región autónoma

 

Frente al imaginario Estado catalán integrable en la Federación de Repúblicaas Ibéricas, que proclamó el presidente Maciá la mañana del 14 de abril de l931, o integrante de la Federación Ibérica, en la proclama de la tarde del mismo día, y frente al imaginario Estado catalán dentro de la República Federal Española, que Companys se inventó el trágico 6 de octubre de 1934, la realidad -que duró de septiembre de 1932 hasta marzo de 1939, con el paréntesis de diciembre de 1934 a febrero de 1936- fue que Cataluña se constitutyó en Región Autónoma dentro de la República Integral Española por medio de un Estatuto de Autonomía votado por las Cortes Constituyentes en septiembre de 1932. Los socialistas y los republicanos de 1931, que se decían federales desde hacía muchos años, se olvidaron del federalismo y eligieron la vía lenta y segura de reconocer el derecho de todas las provincias que acordaran organizarse en región autónoma para formar “un núcleo político-administrativo dentro del Estado Español” y dieran pruebas de poderlo hacer con seriedad. Pero está claro que entre los residuos federales que venían arrastrándose del siglo XIX, que recogió, en su golpe retórico, el ex independentista Maciá, y la tentación golpista federalista del ex republicano radical Companys, retando locamente al Gobierno derechista de la República, la concepción de la Región Autónoma no era una posesión pacífica y segura. Siguió toda una guerra civil, un largo exilio, una larga Dictadura. Algo muy grave había sucedido. Algo no se había hecho bien por unos y por otros. Había que volver a empezar.

La nacionalidad catalana

 

 Las Bases de Manresa (1892) eran unas Bases  per la constitució regional catalana, como soberanía en su gobierno interior. Ya en la Memória.… presentada al rey Alfonso XII en 1885, ya en el Missatje… a doña Cristina, regente de España y condesa de Barcelona, en 1888 cuando se encontraba en Barcelona para inaugurar la Exposición Universal,  se sostenía, en términos más o menos confederales,  la existencia de la nacionalidad  catalana en la Nación-Estado de España Tomó en 1901 la recién nacida Lliga Catalana, bajo la doble guía de Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó, el relevo de aquellas entidades cívicas, culturales y económicas de Cataluña que dirigieron en el siglo XIX el movimiento civil  por la defensa de los derechos de Cataluña. Cuando Prat presentó al presidente del Consejo, José Canalejas, en 1911, el proyecto de bases para la próxima Mancomunidd Catalana, que echaría a andar en 1914, manifestó que aquella aspiración de Cataluña era la aspiración, más o menos manifiesta de todas las regiones y provincias de España. En 1916, presentó Cambó en el Congreso, y no en términos confederales precisamente, una propuesta de autonomía integral, retomada por la Asamblea de Palamentarios en 1917 y reiterada un año después, tras su primea experiencia como ministro del presidente mallorquín Antonio Maura. Una autonomía que correspondía a la nacionalidad catalana -expresión muy popular desde el libro del catalán federal Pi y Margall- en todo aquello que afectaba a su vida intena. No quería decir separación, ni mucho menos, sino que era un acicate, como así fue, para otros pueblos de España: Queremos que venga con España, porque sentimos a España como algo nuestro.

Antonio López y Serrat

 

Y viene ahora el españolísimo pintor Antonio López, y cuando le preguntan por Cataluña, se limita a ponderar lo bien que le tratan allí y lo buenos que son. Y, como que sí como que no, y sin que le pregunten más, pone él mismo un pésimo ejemplo referido a la grave cuestión política de estos días: que si él tuviera un hijo que quisiera emanciparse, no se opondría a sus deseos. ¿Heroico, verdad? ¿Oportuno y congruente, verdad? Pues, éste es el patriotismo y el civismo de divos como Antonio López y de otros Lópeces como él. Y Serrat, el glorioso Serrat de estos días, siempre mimado en toda España, ¿qué dirá, después de haber callado tanto, sobre la pretendida independencia de Cataluña? ¿Acaso que él, de madre aragonesa, es tan español como catalán?, ¿que él está encantado en España?, ¿que él no se imagina una  España sin Cataluña?… Quiá. Lo que podría temerse: que ¡es necesaria la consulta en Cataluña! (Quiere decirse: que tiene “derecho” a la autodeterminación). Y éstas tenemos. Y si personajes como López y Serrat son tan valientes como para decir eso, ¿qué podemos esperar de cualqier otro, catalán o no?

La izquierda en Cataluña

 

Cuando Maciá, el 14 de abril de i931, proclamaba no la independencia de Cataluña, sino el Estat Català dins la Federació de Republiques Ibèriques, ficción donde las  hubiera, o cuando Companys, el 6 de octubre de 1934, rebajaba un poco la pretensión, pero seguía proclamando el mismo Estat Català , esta vez dins la Republica Federal Espanyola, también inexistente, tenían en frente, en actitud negativa y expectante, y radicalmente contraria, al poderoso sindicato, hegemónico en Barcelona y en Cataluña, la Confederación Nacional del Trabajo -que, excepcionalmente, nunca perdió el adjetivo de Nacional-, sindicato anarquista, que en Cataluña tenía su principal fuerza, sus principales líderes, su dirección nacional española y su prensa más representativa. Con la CNT en frente, y aun sin los cañones del general Batet, no era posible independencia algna, y ni siquiera el Estado Catalán de la primera pregunta de la actual consulta. Hoy sindicatos y partidos llamados de izquierda en Cataluña están todos silenciosos y sumisos al independentismo de la burguesía catalana de CIU y ERC, que los beneficia y controla, y contra la cual de vez en cuando lanzan algunas proclamas seudosociales, que se las lleva el viento de la tarde. Todos esos sindicatos  y partidos de izquierda, desde CCOO y UGT hasta la CUP, partido antisistema, pasando por los antiguos comunistas de ICV y los socialistas del PSC, que han arruinado a su partido, son partidarios, al menos,  de la autodeterminación y, por  tanto, de la consulta, y buena parte de ellos, de todos ellos, en minoria o mayoría, partidarios de la Independencia. Todos han jugado, de una u otra forma, durante todos estos meses, de compañeros de viaje del presidente Artur Mas, que no ha dejado de elogiarles, premiarles, contar con su colaboración para sus torvas maquinaciones y, hasta última hora, para sus locuras politicas. Nadie de entre ellos se ha atrevido a revivir aquel discurso habitual en los años treinta en la CNT, en Izquierda Comunista, en el Bloc Obrer i Camperol, o en a UGT, de la solidaridad con la clase obrera de toda España, con el pueblo trabajador español, con los obreros españoles… Discurso que hoy suena hasta risible. Hoy son la úniica izquierda en Europa, y en el mundo ¡junto con los comunistas de Etiopía! que defienden el derecho de autoderminación y de secesión de un territorio nacional.- Cuando todos los dedos acusadores apunten a Artur Mas, a Pujol, a Jonqueras… no debiéramos olvidar a  todos ellos también.

Diccionario Biográfico Español

 

Consulto hoy  en la Biblioteca de la UPNA – ¡qué vergüenza, por primera  vez!-,  a pesar de ser colaborador pasivo y activo, el Diccionario Biográfico Español, en 50 volúmenes, publicado por la Real Academia de la Historia, con el historiador Gonzalo Anes al frente, entre los años 2009-2013. Hace cuatro años, cuando salieron los primeros tomos, algunos críticos políticos pusieron el grito en el cielo y en el infierno porque no les gustaron algunas voces, como la dedicada a Franco y a otros varios personajes de su encono. De lo demás, como es tan habitual en los espiritus mezquinos, ni un reconocimiento, ni un elogio. Sabido es que no hay cosa más arriesgada que la selección de alguien y de algo. ¿Quién entra o no entra en un Diccionario biográfico? Primera causa de permanenete división. Y después, ¿qué se dice  de éste y de aquél? Imposible ponerse de acuerdo, sobre todo cuando se trata de políticos o de personajes polémicos. Lo cierto es que se trata de una obra magna, la más importante, en biografía-bibliografía española, de todos los tiempos, y más aún cuando el Diccionario recoge biografías de personas vivas, más peligrosas todavía que las muertas. Según he podido ver ya, por las muchas biografías que he repasado, ésta es, como todas, una obra irregular, con trabajos unos mejores que otros,  dentro de la poca capacidad que tenemos todos para poder juzgar  dentro de un ámbito tan vasto. La empresa ha costado a toda la Academia de la Histora, a todos sus academicos, de número y correspondientes, y a sus muchos colaboradores varios años de esfuerzo, de ilusión y de méritos. Y ha sido posible gracias la financiación privada. Un joven profesor  mío en Comillas, que ha muerto hace unos meses a los 95 años, el jesuita zamorano Quintin Aldea, investigador tantos años en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue el coordinador de la obra. Él estaba ya preparado por haber editado antes los cinco tomos del Diccionario de Historia Eclesiástica de España. – Le recuerdo agradecido en este momento y le dedico mi tarde de trabajo de hoy.