Duelos y quebrantos en Grecia (II)

 

                 Durante la burbuja, mientras los Sindicatos estimaban unos 700.000 funcionarios en Grecia,  el Gobierno de Atenas los cifraba en 800.000, pero sumando los contratos temporales, la cifra llegó al millón en el año 2007, equivalente al 10% de la población y al 20% de la fuerza laboral del país. Ganaban una media de 1.350 euros al mes, superando el sueldo medio del sector privado, pero, además de cobrar dos pagas extra, recibían pluses y remuneraciones adicionales: usar ordenador, hablar idiomas, trabajar al aire libre (guardas forestales)… Disfrutaban, por ejemplo, de una pensión vitalicia de 1.000 euros mensuales para las hijas solteras de empleados fallecidos. Grecia tenía cuatro veces más profesores que Finlandia, con los peores niveles en casi todas las pruebas de enseñanza. Invertía en suministros de Salud Pública más que la media de los Estados de la Unión, y … no siempre se quedaban en los hospitales. El sueldo medio en la RENFE griega llegó a superar los 70.000 euros anuales, incluyendo profesiones de baja cuaificación, y, mientras los ingresos operativos de la empresa rondaban los 100 millones al año, los gastos alcanzaban los 700; un ministro heleno llegó a decir que fuera más barato meter a todos los pasajeros de los ferrocarriles griegos en taxis y continuar viaje. El presupuesto del metro de Atenas rondaba los 500 millones de euros al año, y los ingresos apenas llegaban a los 90. Entre los sistemas de pensiones públicas más  generosos de la UE estaba, naturalmente. el griego. Podían jubilarse sus nacionales a los 61 años cobrando casi el 96% del sueldo. Muchas categorías laborables, desde peluqueros a trompetistas, pasando por flautistas, cocineros, presentadores de televisión o masajistas, podían optar por una jubiiación anticipada, con 50 años para las mujeres y 55 para los varones. Así que los helenos disfrutaban de una media de vida de jubilación de más 24 años, cuando la media de la OCDE es de 18´5. Miles de familias, se ha constatado mucho después, cobraban la jubilación años después de que fallecieran sus titulares.