Funerales de Estado y otros funerales

 

         Funerales de Estado debieran ser aquellos funerales organizados por el Estado de una Nación, que busca de la manera mejor y más democrátíca honrar la memoria de aquéllos por los que se celebra. Otra cosa son los funerales organizados por la Conferencia Episcopal, por una Diócesis o por una Parroquia. Debiera ser normal que un Funeral de Estado se celebre en un palacio, un estadio o una catedral -como el último celebrado en la catedral de Colonia-, y que, si están de acuerdo los familiares, participen en él los ministros de la Confesión o Confesiones  correspondientes. Esto se hace en todas partes, excepto cuando la persona o persona muertas hayan expresado antes de su  muerte una voluntad contraria, o los familiares de los difuntos, por ateos, agnósticos o cualquier otra causa, así lo deseen. y lo manifiesten.- Voy más lejos. Ya es hora de que la misa deje de ser una conditio sine qua non  de todo funeral católico. Si la liturgia eucarística solemne puede ser espléndida para muchos, para otros muchos puede ser demasiado larga, demasiado rígida, demasiado aburrida, y un sí es no es discriminatoria por aquello de la comunión, que hasta las televisiones, cuando la trasmiten, suelen ocultar. Cuántas veces, con ocasión de funerales masivos, v.g., por accidentes de  varia naturaleza, que suelen ser para la gran mayoría meros actos sociales, o funerales de personas públicamente alejadas de la Iglesia, y hasta enemigas de la misma, y mandados hacer por familias piadosas, he pensado qué bien estaría en vez de un funeral clásico una  breve paraliturgia bien hecha -como se hace en muchas bodas-, con participación de familiares y amigos, que dejara un agradable recuerdo, también religioso, a todos, y  no … no una misa impuesta a la mayoría, que ni la entiende ni la quiere, con homilías casi siempre ridículas, convertidas en elogios fúnebres desaforados y muchas veces injustos. Lo único que se va consiguiendo así es que cada vez haya más gente que prescinda del rito católico y se busque otros funerales laicos más adecuados a la realidad.- Funerales de Estado y funerales de estado civil / social / popular, que hay que repensar, rehacer y renovar.