Martires españoles de la fe (I)

En homenaje a los nuevos mártires(testigos) de la fe que van a ser beatificados en Roma, el próximo domingo -unos cuantos entre los miles que dieron su vida por Dios y por Cristo en España-, no quiero polemizar con algunos que estos días precisamente sacan a relucir su fiero y basto anticlericalismo, antieclesialismo y anticristianismo en todos los medios informativos a su alcance. Prefiero transcribir, hoy y mañana, cuatro importantes testimonios que celebran el heroismo de los 498 nuevos beatos. Según la Conferencia Episcopal Española, «eran apóstoles y fueron valientes cuando tuvieron que confesar su condición de creyentes; disponibles para confortar y sostener a sus compañeros de prisión; rechazaron las propuestas que significaban minusvalorar o renunciar a su identidad cristiana; fueron fuertes cuando eran maltratados y torturados; perdonaron a sus verdugos y rezaron por ellos; a la hora del sacrificio, mostraron serenidad y profunda paz, alabaron a Dios y proclamaron a Cristo como único Señor».- El embajador (socialista) del Gobierno Español ante la Santa Sede,Francisco Vázquez, que estará presente en la solemnidad de la Basílica de San Pedro, en declaraciones a VN, afirma que el grupo Prisa «ha tomado una línea editorial marcadamente contraria a la Iglesia (…), con una importante deformación de la verdad«, hasta «tergiversando palabras y actuaciones del actual Papa en temas variados y en cosas de dogma y de culto, etc.«. Reconoce asimismo dentro del PSOE «una corriente anclada en el pasado«, que él ha llamado a veces «casposa«, muy atrasada  respecto de la fe y del compromiso religioso y lo que eso conlleva, con «una ignorancia absoluta con respecto a lo que representa la Iglesia en la configuración de muchas realidades actuales, como es en el compromiso con la igualdad y con la justicia». Respecto a los nuevos beatos, dice Vázquez:»Son mártires de la fe y fueron asesinados por no renegar de su fe y murieron perdonando (…) Murieron ofreciendo perdón, y para los cristianos es una lección«, confiesa molesto por quienes quieren identificar a los socialistas con quienes perpetraron aquellos crímenes. «Ni somos herederos de aquéllos ni la Iglesia de ahora es la de antes».