Eugène Ionesco, el grande dramaturgo
rumano-francés,
maestro del teatro del absurdo,
un día antes de morir,
escribió en su diario sólo esta línea:
Rezar. No sé a quién.
Espero a Jesucristo.
Eugène Ionesco, el grande dramaturgo
rumano-francés,
maestro del teatro del absurdo,
un día antes de morir,
escribió en su diario sólo esta línea:
Rezar. No sé a quién.
Espero a Jesucristo.