Esperpento

 

Hay días en que la prosa ya no sirve para describir y menos para definir lo acaecido ni lo acaeciente, y la poesía tampoco sirve para el caso. Gürtel y Bárcenas; Millet, Pallerols y el Palau; los ERE en Andalucía; Pujol y su familia; las tarjetas opacas en la Bankia de Rato y Blesa y sus 86 aprovechados; el santón sindicalista Fernández Villa y, lo que faltaba, el  ébola y su víctima, y media España, encarnizándose sobre la enfermera, sobre las autoridades sanitarias, sobre el Gobierno y hasta sobre el perro muerto… La verdad, no me queda sino escribir esperpento y volver a don Ramón del Valle-Inclán.