Aforismos «históricos»

Metido de lleno en un largo empeño de ensayo histórico, que me hace buscar, leer,traducir, comparar, sopesar miles de páginas, sobre el siglo XIX mayormente en estos días, me van brotando unos cuantos aforismos -vamos a llamarlos así-, de los que hoy colecciono  varios y los mezclo con algunos otros más actuales.

– La ley sálica quiso convertir en estatuas de sal política a todas las mujeres candidatas al trono de España.

– Los guardianes de la revolución, sobre todo si son muchos, son la mejor prueba de que no se hizo ninguna revolución en serio.

– Mejor fuera poner la mano en el pecho que poner la mano en el fuego.

– El marino José Malcampo, presidente que fue del Gobierno español, recogió una mala cosecha política y por eso se fue tan pronto del campo del poder.

– El alto el fuego siempre quiere decir que el fuego anda por los bajos.

– ¿No podían haberle dado un nombre menos amargo a la viagra?

– El revolucionario terrorista italiano Toni Negri solía afirmar que el terrorismo era  el alba de la revolución. – Sí, sin duda: el alba de la revolución terrorista.

– ¿Qué hombre y hasta qué santo más claro que san Antonio María Claret y Clará?