Además de la novedad significativa y meritoria de dos mujeres rivalizando por la candidatura del partido a la presidencia del del Gobierno, las elecciones primarias han revelado, junto al triunfo claro pero no excesivo de María Chivite, la debilidad del PSN en la geografía y sociología política de Navarra. Desde Ansoain, lindante con Pamplona, hasta el extremo norte no existe: no hay una sola agrupación votante. No existe tampoco en toda la Merindad de Sangüesa, y apenas en el norte y centro de la de Estella. En Pamplona los 862 votantes son una cifra ridícula entre 199.000 habitantes. Y casi podemos decir lo mismo, proporcionalmente, de todas las poblaciones navarras que tienen agrupación. Apesadumbra, por ejemplo, ver la votación en algunos feudos históricos socialistas: Alsasua- (Olazagutía): 2 frente a 19; Fitero: 6 frente a 0; Cortes: 13 frente a 10. El triunfo de Amanda Acedo en Pamplona y Ansoain, Barañain, Villava y Zizur, conurbación de la capital, añade nuevas inquietudes sobre la diferencia con la masiva votación -siempre escasa- oficialista en la Ribera a favor de la Chivite… Pero todo esto lo hemos sabido tras el ejercicio de transparencia que han supuesto las eleciones primarias: de otros partidos no sabemos nada. Y a tal ejercicio ha coadyuvado también la página informática (para los anglófilos: web) del partido, en la que nos han dado a conocer todos los datos, los primeros resultados y hasta las ruedas de prensa en caliente, lo que es mucho de agradecer.- Venimos diciéndolo algunos hace muchos años: el PSN-PSOE necesita una urgente refundación, tras las débiles refundaciones de 1974 y 1982. Pero no hay refundadores.