Me gustaría poder preguntar a muchos, que despotrican a trochemoche contra la Educación para la ciudadanía o contra todo adoctrinamiento, qué dijeron o qué hicieron cuando regía en las aulas españolas la formación del espíritu nacional. O cuando, después, muchos dirigentes eclesiásticos han querido adoctrinar y no, a la manera de Jesús de Nazaret, anunciar, invitar, proponer, compartir (más que impartir) la alegre noticia del Reino. Y a otros muchos, tal vez más jóvenes, les preguntaría qué han dicho y hecho, qué dicen y hacen, cuando en ciertas Comunidades Autónomas (que no Autonomías) se ha estado y se está adoctrinando en puntos claves para la convivencia, en ámbitos como la geografia, la historia, la sociología, la política, la lengua… y volviendo a la formación de un nuevo espíritu nacional, que muchas veces separa, aleja, amenaza, odia y destruye… ¿Qué?