Cuando Maciá, el 14 de abril de i931, proclamaba no la independencia de Cataluña, sino el Estat Català dins la Federació de Republiques Ibèriques, ficción donde las hubiera, o cuando Companys, el 6 de octubre de 1934, rebajaba un poco la pretensión, pero seguía proclamando el mismo Estat Català , esta vez dins la Republica Federal Espanyola, también inexistente, tenían en frente, en actitud negativa y expectante, y radicalmente contraria, al poderoso sindicato, hegemónico en Barcelona y en Cataluña, la Confederación Nacional del Trabajo -que, excepcionalmente, nunca perdió el adjetivo de Nacional-, sindicato anarquista, que en Cataluña tenía su principal fuerza, sus principales líderes, su dirección nacional española y su prensa más representativa. Con la CNT en frente, y aun sin los cañones del general Batet, no era posible independencia algna, y ni siquiera el Estado Catalán de la primera pregunta de la actual consulta. Hoy sindicatos y partidos llamados de izquierda en Cataluña están todos silenciosos y sumisos al independentismo de la burguesía catalana de CIU y ERC, que los beneficia y controla, y contra la cual de vez en cuando lanzan algunas proclamas seudosociales, que se las lleva el viento de la tarde. Todos esos sindicatos y partidos de izquierda, desde CCOO y UGT hasta la CUP, partido antisistema, pasando por los antiguos comunistas de ICV y los socialistas del PSC, que han arruinado a su partido, son partidarios, al menos, de la autodeterminación y, por tanto, de la consulta, y buena parte de ellos, de todos ellos, en minoria o mayoría, partidarios de la Independencia. Todos han jugado, de una u otra forma, durante todos estos meses, de compañeros de viaje del presidente Artur Mas, que no ha dejado de elogiarles, premiarles, contar con su colaboración para sus torvas maquinaciones y, hasta última hora, para sus locuras politicas. Nadie de entre ellos se ha atrevido a revivir aquel discurso habitual en los años treinta en la CNT, en Izquierda Comunista, en el Bloc Obrer i Camperol, o en a UGT, de la solidaridad con la clase obrera de toda España, con el pueblo trabajador español, con los obreros españoles… Discurso que hoy suena hasta risible. Hoy son la úniica izquierda en Europa, y en el mundo ¡junto con los comunistas de Etiopía! que defienden el derecho de autoderminación y de secesión de un territorio nacional.- Cuando todos los dedos acusadores apunten a Artur Mas, a Pujol, a Jonqueras… no debiéramos olvidar a todos ellos también.