Vengo del homenaje que en el Colegio de profesiones sanitarias de Pamplona hemos rendido al doctor Mariano Carlón -fallecido hace tres meses- el Ateneo Navarro, del que fue su primer predidente, y el Colegio de Médicos, el Orfeón Pamplonés, la Orquesta San ta Cecilia y ANFAS, organizaciones que él también presidió o/y fundó. Ha sido una mesa redonda viva, sincera, bien preparada, agradecida sin llegar al ditirambo estrafalario, respetuosa e incitante. Hacía tiempo que no asistía a un acto tan completo. Los que quisimos y apreciamos mucho a Mariano Carlón, cardiólogo eminente, muy culto, musicólogo, escritor, humanista y benefactor, hemos vivido dos horas inolvidables. El Clarinet Quintet in A Major, de Mozart, ha culminado y ahondado la vivencia. Habituados a padecer actos culturales que son sólo o ante todo espectáculo, propaganda o diversión, actos culturales que cultivan la memoria de un hombre culto-cultivador de los primeros valores y bienes del hombre son un alivio y un gran gozo.