A los que se sorprenden de los resultados electorales en Navarra, podríamos recordarles el célebre refrán medieval, que es todo un apotegma de democracia directa: Tú lo quisiste, fraile mostén… / Tú lo quisiste, tú te lo ten. Y a los que esta noche exultaban con el triunfo del cambio –el comodín de todos los que no tienen un lema mejor- les deseo que se pongan pronto a entenderse, que no es moco de pavo; que formen pronto el Gobierno foral del cambio y los gobiernos municipales, y se pongan a gobernar; que preparen los presupuestos de Navarra, que organicen los Sanfermines, etc. Hemos visto en nuestra vida cambios de muchos géneros y de muy diversa estabilidad. Vimos un cambio sonoro en Italia con Berlusconi y la Liga Norte; hemos visto, más cerca, el cambio de Bildu en el gobierno de Guipúzcoa y de San Sebastián; en muchos pueblos navarros, hace años que pasaron de UPN y del PSOE a Bildu…, con muy diferentes resultados. En cada caso hay unos u otros agentes de ese cambio, por activa o por pasiva. Que cada uno y que cada colectividad asuman sus responsabilidades. Y los demás, sin dejarnos conmover por los profetas de desgracias ni por los llantos de plañideras, a hacer lo que hacemos, con la mayor dignidad y honradez, que en circunstancias peores nos hemos visto.