El premio titulado «Gil de Biedma», de su Segovia natal, ha ido esta vez al libro La Sentencia, del poeta extremeño Santiago Castelo, escrito durante los últimos meses de su vida, en permanente y dramática lucha contra la enfermedad y sus consecuencias:
El cuerpo es un castillo en continuo derrumbe:
ayer, una muralla; hoy, una torre; quizás mañana
un puente…
(…)
Te mantiene la fe, el ansia de la vida
y creer que en la noche un lucero que guiña
te manda algún mensaje con algo de esperanza.
(…)
Ya no puedes mirar el sol como lo hacías,
ni dejar que la noche te envuelva en su relente,
ni recorrer el mundo sin mirar los relojes
ni llenarte los labios de la pasión y el verso.
(…)
Y tú quieres vivir y no te haces
a la idea de la triste pesadumbre,
a la palabra vacua y resignada,
a los ojos de pena… Tú deseas
volver a un cielo azul con nubes frescas
y un viento nuevo que arrase las cenizas.
(…)
Sólo estamos los dos,
desnudos ante el mundo, baldados de dolores,
la juventud perdida, pero cuánta esperanza.
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