Carlos Luis de Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), pasa por ser el mayor teórico del gobierno liberal y por el testimonio más seguro de la Europa de su tiempo, que él había recorrido en todas las direcciones. Ponderó en sus obras la interdependencia de las naciones y calificó a Europa como un Estado compuesto de varias provincias. En su libro Pensées diverses hay un párrafo, que nos evoca otro de nuestro Francisco de Vitoria, y dice mucho de su humanidad y de su humanismo: Si yo supiera algo que me fuera útil y fuese perjudicial a mi familia, lo expulsaría de mi espíritu. Si supiera alguna cosa que fuera útil a mi familia pero no a mi patria, trataría de olvidarla. Si supiera alguna cosa útil a mi patria y que fuera perjudicial para Europa y el género humano, la consideraría como un crimen.