¿Es la unidad de Costa Rica, de Finlandia o Camboya un bien moral? ¿Puede destruirse sin una causa que traiga al menos tantos bienes como males pueda acarrear? Preguntémonos lo mismo sobre las Regiones históricas. Pongamos el caso de Galicia. Supongamos que otra Región limítrofe o el mismo Estado común intentaran detraer a Galicia, saltándose la ley, una de sus partes o provincias. ¿Alguien vería inoportuno o extraño que los obispos gallegos no sólo rezasen sino incluso que publicaran una carta pastoral en favor de la unidad de Galicia? ¿Qué diríamos entonces, si los obispos de toda España salieran con la cantinela de que todas las opciones eran legítimas y hablasen de la “patria española”? ¿No veríamos más justo que obispos, políticos, intelectuales, etc., de toda España hicieran causa común con los gallegos que defendieran la Galicia unida? ¡Pues…,entonces!