Nuestro europeísmo nos cegó la visión de la realidad. Pero lo cierto es que la Unión Europea es hoy más pobre, más dividida e incompleta. Y lo es también el Reino Unido de la Gran Bretaña. Se enconará el problema de Escocia, lo que dará alas a nacionalismos y separatismos dentro de la Unión. Ellos son los grandes vencedores esta mañana. Está claro, además, que los referénda de este género los carga el diablo. No se puede hacer depender cuestiones tan complejas, delicadas y decisivas de una papeleta irreversible. Alguna leccion positiva sacaremos de esta desgracia histórica (una mayor unión política y una mayor participación de los Estados), pero hoy no es el día de hablar de ello y podría aparecer como un álibi consolador. Hoy es un día de luto para todo europeísta, y de reflexión lúcida de cara a nuestro futuro común.