Fernando Redón

 

    De Fernando Redón, recién fallecido, como arquitecto, pintor, diseñador, dibujante… se ha dicho y escrito  mucho y en todas partes, y en nuestros días no podemos repetir lo que está al alcance de todos. Del hombre público, que fue Fernando, tanto en el Gobierno de Navarra como en la Univerfsidad Pública se ha dicho y escrito menos, y no lo suficiente sobre su personalidad humana, siempre lo decisivo. El celebrante de su funeral en la iglesia de los jesuitas elogió su entusiasmo, y la verdad es que nada mejor para definir a Fernando que afirmar que fue un hombre entusiasta, que contagiaba entusiasmo allí donde estuviera: entusiasmo por la obra bien hecha, por el arte, la ciencia, la política verdadera, por la comuniadd a la que servía, por el amor y por la vida. Yo tengo que ponderar aqui su trabajo capital en la Gran Enciclopedia Navarra, la obra que, cuando la concebí, dejé en manos de Fernando Pérez Ollo, que acabó siendo el director, y de Fernando Redón, responsable de la parte gráfica, tan esencial como la literaria. Juntos los tres, y con la ayuda imprescindible de Juan Luis Uranga, entonces director de Caja Navarra, llevamos a cabo el proyecto, el más importante de todos los llevados a cabo en los últimos años. MIs mejores recuerdos de los dos Fernando, hombres clave de la cultura navarra de las últimas décadas, datan de entonces y me acompañan y acompañarán desde entonces. en este largo aprendizaje de esfuerzos, fruiciones y sufrimientos, que es nuestra corta vida.