Las cuevas de Alkerdi, en Urdax-Urdazubi, abrigan el único conjunto rupestre del Paleolítico que se conoce en Navarra, punto intermedio entre los grandes hallazgos paleolíticos de Aquitania, Pirineo Central, Cantabria y Burgos.
Hace aproximadamente 14.000 años, período magdaleniense antiguo, un artista o un grupo de artistas, repiqueteó la costra de una estalagmita cónica y con buriles de sílex trazó finamente la figura de un bisonte, los cuartos traseros de un caballo, los delanteros de otro animal, un ciervo casi completo -todos ellos rampantes, sobre fondo de un divertículo de la cueva-, y unas cuantas líneas, conexas de dos en dos, como primeros intentos de nuevos dibujos.
Son trabajos propios del hombre primitivo, táctil, miedoso, desconcertado ante las cosas y ante la vida, buscador de algo firme, necesario, absoluto, que traduce las formas orgánicas, vivas y variables, en formas geométricas, pero al mismo tiempo comparte, tímidamente, el realismo agresivo y vencedor del hombre mediterráneo, inmortalizado en Altamira o Lascaux.
Son probablemente muestras de la magia venatoria: ritos secretos, previos a las cacerías, iniciación de los adolescentes… ¿Quién sabe?
En la próxima cueva de Berrobería se hallaron figuras de un ciervo y dos cuadrúpedos, grabadas sobre un cincel, y la de una cabra, burilada sobre un cilindro de asta.
Entre finales de la Edad de Bronce e inicios de la de Hierro, pintores y grabadores anónmos nos dejaron, en abrigos rocosos, cuevas y peñas, hoy en términos de Etxauri, Basaura (Baríndano) y Learza, toscas o esquemáticas figuras humanas y de animales -cabras y caballos-, o algunos signos difíciles de descifrar.
Son las señales más elocuentes de nuestros más remotos antepasados. Las primeras escuelas de Artes y Oficios. Los primeros museos.
Todo esto lo escribí hace tiempo. Pero sólo hace seis meses y medio nos hemos enterado, gracias a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que en estos últimos dos años se ha descubierto lo que ha venido a llamarse Alkerdi 2.
Alkerdi 2 (Zelaieta-Alkerdi) es una sala mucho más grande, de casi tres kilómetros de galerías, en cuatro pisos, con 56 fenómneos espelelógicos, y sobre todo con restos artísticos mucho más antiguos (de, al menos, 20.500 años), con una quincena de muestras de arte: un bisonte, una figura de animal. figuras cervidorsales, manchas de color rojo, y líneas y formas geométricas en color negro… Y todo puede ser sólo el comienzo, porque está todavía sin tocar una buena parte del sistema kárstico de Alkerdi,
Lo que confirma ya la antigua afirmación de que las muestras artísticas de las cuevas de Alkerdi son, hasta ahora, la manifestación artística más antigua de Navarra. Y un patrimonio entre los primeros de la Humanidad.