Escribo para publicarlas en DN unas reflexiones con ocasión del Corona-virus. No parece que los medios informativos estén para otra cosa ni que a los lectores les interese otro tema distinto de este. Hoy leo en EP un artículo de la presidente del Grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, la española asturiana Iratxe García Pérez, en el que, haciendo un juicio crítico sobre lo que hace o no hace la Unión, nos dice que esta crisis tremenda puede y debe ser una oportunidad de volver a lo esencial, de glabalizar la solidaridad. Y en el caso de la UE, de volver al sentimiento de `comunidad´. La solidaridad que no fuimos capaces de traducir en acción para resolver la reciente crisis económica, y, poco después, para afrontar los retos de la inmigración o para detener el calentamiento climático.
Estos tres asuntos entran dentro del largo concepto de lo esencial público y, concretamente, europeo. Feliz lema este de volver a lo esencial. Cada uno sabe lo que para él es, personalmente, lo esencial. Y entre todos decidimos lo que es esencial, social y colectivamente.
Un día no lejano, podremos bendecir parcialmente la crisis…, si nos lleva a lo esencial.