Am 1-9 y Os 6, 1-6;14, 2-9
Vendimos al justo por dinero
y al pobre por un par de sandalias.
Oprimimos a los débiles.
Convertimos en ajenjo el derecho
y tiramos por tierra la justicia.
Todo ello lo ocultamos con fiestas religiosas,
con muchas ceremonias y liturgias,
con canciones y salmodias, que nada te decían.
Nuestro amor por Ti
no fue más que una nube pasajera,
un rocío matinal que pronto pasa.
Hoy queremos volver a tus brazos de Padre,
porque sabemos
que Tú nos curarás,
vendarás nuestras heridas
y pronto nos harás resurgir.
Vendrás como una aurora hasta nosotros,
como lluvia temprana que se espera.
Floreceremos entonces como lirios,
tan fuertes como olivos añosos,
con raíces de cedros de Líbano.