Voy leyendo con el mismo entusiasmo de siempre el último libro de Harari, 21 lecciones paa el siglo XXI. En el capítulo sobre la igualdad, tras recordarnos que a día de hoy vivimos en un mundo donde el 1 por ciento más rico posee la mitad de las riquezas, nos adelanta que no es seguro que en el siglo que viene las cosas irán mejor, ni que el mito de la igualdad, que acompaña casi siempre al de la libertad, por fin se encarnará en nuestro planeta.

La bioingeniería, unida a la Inteligencia Artificial, en manos de los más ricos y conservadores dueños de nuestro futuro tecnológico, los pretendidos superhumanos, podría llevarnos no sólo a la división en castas biológicas, sino a la dura y pura especiación, una división de la humanidad Sapiens en distintas especies, sin necesidad de resucitar al Homo Neandertalensis, agrandando aún más las diferencias existentes actualmente hasta el máximo de la degradación de los más pobres e infelices, que podrían ser la mayoría. Como ahora, pero mucho peor.