(Digo villancico del papa Francisco, porque lo he escrito esta tarde partiendo de una especie de felicitación del papa (Mensaje navideño del papa Francisco), que un amigo músico me envió en un vídeo hace tres días. En él Francisco va dirigiéndose a cada un de nosotros, invitándonos a hacer nuestro el ubérrimo contenido de la Navidad: el pino, la estrella, la campana, los ángeles, la música, la tarjeta, los regalos, la cena… la misma Navidad eres tú, cuando… Yo me quedo con menos motivos y con menos exigencias, con el sí potencial, equivalente al cuando papal, en cada caso.)
Eres tú…
Abeto de Navidad,
si sigues luminoso, verde, enhiesto.
Campana de Navidad,
si llamas al gozo compartido del Misterio.
Ángeles de Navidad,
si das la buena noticia como ellos.
Música de Navidad,
si cantas la gloria del Señor en el silencio.
Tarjeta de Navidad,
si os felicitáis por el Nacimiento.
Estrella de Navidad,
si guías a los hombres hacia el Reino.
Los Magos de Navidad,
si sigues a la estella y todos sus movimientos.