Raimon Panikkar Alemany (Barcelona, 1918 – Tavertet, Barcelona, 2010), hijo de indio y catalana, miembro del Opus Dei, que abandonó más tade; sacerdote (1946); doctor en química, filosofía y teología; cristiano, hindú y budista al mismo tiempo; profesor en Santa Bárbara (California) y en Benarés (India); filósofo, teólogo, ensayista, místico; autor de numerosos libros, entre otros, El Cristo desconocido del hinduismo (1970), y El silencio del Buddha: Una introducción al ateísmo religioso (2006); retirado en Tavertet desde 1984…
Cristo se ha alzado, está conmigo y en mí: estoy viviendo una vida, que está creciendo, expandiéndose, pero en cuanto al Maestro, el camino que el discípulo debe seguir, aunque sea interiormente, es la entrega total en la Cruz. Pero la Cruz es algo negativo, es la inmolación de mi ego y la resurreción de Cristo en mí. (Diario, Benarés, 1957).
¡Mis mañanas son inefables! Es la experiencia pura de la Vida. Al mismo tiempo soy consciente de lo poco que sé y de lo mucho que me gustaría saber. No desprecio lo cotidiano y pequeño, pero mi vida se resiste a ser reducida a esto. (Diario, Tavertet, 1995).
Esta mañana he hecho una caminata al amanecer, con un cielo sin nubes, con la luna presente y los Pirineoe nevados: una verdadera experencia divina. Lo que nubla la experencia es muy a menudo el pensamientio causal: buscar la Causa antes, o peor, más allá. ¿Me vuelvo más humano, si siento más y más amor humano? Ciertamente singular, pero también plural. Cada amor es único, aunque las diferencias no se pueden cancelar. Y esta mañana he de confesar que sé, entiendo, creo, experimento que «Yo y el Padre somos uno» (Jn 10, 30), equivalenre al «tat tvam asi» (Tú eres ESO). (Diario, Tavertet, 1995).