¿De quién son los templos de cada pueblo, cuando los hizo la gente de cada uno de ellos? De las parroquias respectivas, entendiendo parroquia como el pueblo formalmene cristiano y católico poque como cristianos y católicos los hicieron y para las necesidades de los católicos. Ellos sabían muy bien que el obispo era su jefe natural y, el primero de ellos, el papa, pero no decían que sus templos eran del obispo o del papa, sino de la parroquia, de la Iglesia, que eran ellos mismos.
Hubo un tiempo en que los poderes civilles, déspotas ilustrados, o eso creían ellos, pensaron que eran dueños de todo y nacionalizaron hasta los templos, para tener dominada a la Iglesia, aunque se los dejaron en usufructo. Caso de Portugal y de Francia.
Es posible que la Iglesia en España, ante ciertas voces extremas de partidos, movimientos y grupos que decían que las iglesias son del pueblo y están dispuestos, en sus puntas más extremas, a convertirlas en garajes, teatros o salas de fiesta, como ocurrió ya aquí en los años treinta, en Rusia y en otros países comunistas, hubiera decidido matricularlas en su inmensa mayoría. Ejemplos como lo sucedido con la ermita de Garinoain, una vez desacralizada, no ayudó precisamenre a calmar a los más pesismistas. La fórmula pudo haber sido otra; por ejemplo, matricularlas en favor de cada parroquia, lo que hubiera sido visto por todos con mayor naturalidad, como me reconoció alguien que estuvo cerca de la operación, que fue vicario general, en un momento dado.
Pero el caso de Muskilda, ermita-iglesia de Ochagavia-Otsagabia es distinto. Aqui no solo hay un párroco que se encarga de la iglesia parroquial, sino desde tiempo inmemorial un patronato, del que forma parte el alcalde y el párroco, que administra la ermita, la casa del ermitaño, reedificada en su día, y cinco fincas en el comunal del pueblo con los fondos de los cofrades de la villa, y de los vecinos pueblos de Ezcaroz e Izalzu; paga a la serora o encargada de la ermita y los servicios de culto; mantiene el entorno ajardinado y recreativo… ¿Qué necesidad había en este caso de matriculación? ¿Y menos de juicio tras juicio en los tribunales civiles? ¿A quién favorece? ¿A quién irrita? ¿A quién escandaliza? ¿Eso ayuda a la evangelización, a trasmitir el mensaje de Jesús, último fin de iglesias, ermitas, devociones y tradiciones, y fin de la misma Iglesia?
¿Va a ser el obispo alguna vez párroco de Ochagavía y va a tener que habérselas con la decepción e irritación de los fieles? ¿Cuál va a ser la vida del párroco y de la parroquia de Ochagavía en este estado de cosas? Esa es la cuestión.