Cinismo presidencial

 

                 El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión parlamentaria de ayer, tuvo la desfachatez de decir al jefe de la oposición que, si se desprendía de la  colaboración con la ultraderecha de  VOX en toda España y para siempre, explicándolo muy claro, se avendría a perdonarle la vida y a hacer posible, absteniéndose, la presidencia de la Junta de Castilla y León para el candidato  del PP, vencedor en las últimas elecciones autónómicas.

Lo dice quien gobierna en España gracias a los votos de la ultraizquierda de BILDU, partido separatista donde los haya, que nunca ha deslegitimado el terrorismo de sus predecesores y de muchos de sus miembros actuales (partido por tanto no democrático); gracias a los votos de los dirigentes golpistas de ESQUERRA REPUBLICANA DE CATALUNYA; gracias a los votos del confederalista y autodeterminista PNV , y teniendo como coaligados en el propio Gobierno a cinco ministros del autodeterminista PODEMOS, opuesto tajantemente al Régimen del 78, como lo llaman, incluida la Constitución. No hay otro caso en el mundo de contradicción política y moral como su Gobierno. Pero ahí está, retador descarado, repartiendo cédulas de democracia y constitucionalidad, quien ni siquiera se atreve a llamar ultraizquierda a BILDU, ni extrema izquIerda anticonstitucional a PODEMOS  o a ESQUERRA.

Dijo la sartén al cazo: / ¡quítate de ahí, negrazo!