(Sobre el mar Mediterráneo, en viaje a Mallorca)
¿Por qué me llevas,
caballito de progreso,
por el mar,
si por el mar no se puede
cabalgar?
Pero tú me llevas
sin parar,
sin correr
y sin trotar.
Tú me llevas
sin más.
Y es que tú eres
un caballito especial,
no un caballito
animal.
Tú sabes bien lo que haces,
de dónde vienes
y a dónde vas.
Caballito de progreso,
de motores y metal,
tú me llevas, tú nos llevas,
como nadie pudo nunca
imaginar.
Sigue, sigue, caballito,
llevándome, llevándonos,
por el mar.