El pecado original de este Gobierno, que fue el de coalición con Podemos, abocado a buscar como socios a los peores enemigos de la España constitucional, lo ha contaminado todo y todo lo ha degradado: el Gobierno, el Parlamento, la Fiscalía, la Abogacía del Estado, la relación co la Oposición… Y ahora quiere el Goberno degradar el CNI, el Consejo Nacional de Inteligencia.
Españaes el único país europeo, cuyo jefe de Gpbierno denuncia haber sido espiado por una po tencia extranjera, lo proclama a todos los vientos, pero no se atreve a señalar a nadie, aunque todos sospechan del Rey de Marruecos, lo que, de ser verdad, volvería a dejar la relación con el país vecino en crisis máxima. Pone así en la picota a sus servicios secretos, muestra al mundo su debilidad y siembra la intranquilidad entre todos los ciudadanos. Y todo porque tiene que habérselas con sus amigos independentistas catalanes, recién indultados, de cuyos votos depende, que le han declarado la guerra al saberse espiados por el CNI. Contradicción que no puede resolver sino anunciando lo que todos los paises europeos callan, para intentar rebajar, en balde, la presión independentista, distraer la atención pública y esperar algún tipo de compasión.Pero recibe, el contrario, más oposición, más menosprecio y burla.