Antipunitivismo

 

         Lo curioso está siendo que todo el mundo está hablando del proyecto de ley sobre Solo sí es sí, pero nadie habla del contenido, y, menos, del motivo último de la redacción  actual del mismo. En cambio, en el artículo que yo citaba ayer de Juan Luis Cebrián, la cosa queda clara: fue el antipunitivismo el que inspiró y guió a redactoros, redactoras y redactores del proyecto en cuestión. No iban a ser ellos, ellas y elles los nuevos inquisidoros, las nuevas inquisidoras, les nueves inquisodores de siempre, etc. No querían pasar a la historia como severos castigadores de delitos sexuales, a pesar de que las mujeres pudieran ser las primeras y más numerosas víctimas. Al fin y al cabo, alguien recordaría aquel viejo apotegma libertino de que los pecados de la carne no son pecado, y el nuevo más ilustrado de que una severa justicia penal es una justicia de pena. Todo muy dentro de una ética líquida entre anárquico-liberal y progresista de izquierda.

Pues ahí tenemos el resultado. Aunque no nos atrevamos a explicarlo.