¡Seguro que el papa Francisco, cuando firmó el Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, el 4 de febrero de 2019, con Ahmed Al-Tayyeb, el gran imán de Al-Azhar, y rector de la universidad de Al-Azhar, de El Cairo, nombrado por el presidente Horni Mubarak el año 2010, no imaginaba que el mismo imán, autoridad suprema del Islam, se pronunciara, después de la matazón llevada a cabo por Hamas el 7 de octubre 2023 en Gaza, a favor de la destrucción de Israel! Sin tener en cuenta siquiera que, según confesión del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aquella firma hubiera sido la inspiración para que la ONU declarase después ese 4 de febrero Día Internacional de la Fraternidad Humana.
Por algo, el cardenal arzobispo de Munich y hombre de confianza del papa, Reinhard Marx, ha pedido una pausa en el diálogo con los musulmanes, porque no es posible dialogar con los representantes de una religión que justifican los asesinatos en masa. (…) Una religión que exige el exterminio del Estado judío se convierte en parte del problema y hay que detenerla.