Sigo siempre con mucho interés a uno de nuestros más grandes teólogos españoles actuales, Andrés Torres Queiruga. En el último numero de Concilium -la revista de alta divulgación teológica mejor del mundo-, dos teólogos alemanes se muestran muy críticos con su tesis sobre el monoteísmo y la violencia: René Buchholz y Manfred Görg. Pero él sale muy vivo de la prueba. Lo que importa más es su tesis principal: Jesús ha culminado -completando y conservando, no anulando- la historia de la revelación bíblica. Lo que significa reconocer el valor de toda la anterior. Dios es creador de gracia y salvación, no de desgracia (rechazo de todo fundamentalismo bíblico. en el Antiguo y Nuevo Testamento). Dios es fascinante, no tremendo. Todo lo oscuro sobre Dios es preciso explicarlo por lo claro, y lo secundario por lo fundamental. El amor de Dios es más grande de cuanto se pueda pensar (San Anselmo-Schelling). Y el respeto y la preservación de ese amor constituye el centro hermenéeutico que debe decidir la verdad o falsedad de cualquier interpretación.