No, hombre, no. Los pactos comenzaron cuando el presidente Sánchez necesitó los votos de EH BILDU, heredero político de ETA-BATASUNA, para poder seguir en el Gobierno, y el PSN-PSOE, impulsado por Cerdán, edecán de Sánchez, vio la manera de conseguir la mayoría política en Navarra, después de 23 años de desierto en la oposición, saltándose todas las barreras hasta entonces levantadas.
Mientras tanto, EH-BILDU ha conseguido en Navarra y en el conjunto en España muchos objetivos que deseaba y necesitaba: ante todo, su propio blanqueamiento, al verse prestigiada como socio de un partido constitucionalista en el poder en toda España y en Navarra, y a veces como socio preferente y determinante; la aprobación de varias iniciativas legislativas en las Cortes y en el Parlamento de Navarra; los traslados de muchos de sus presos, casi siempre no arrepentidos, a cárceles cercanas y una serie de beneficios penitenciarios, de otra manera inalcanzables; un montón de dinero para las necesidades de su organización, entre otras su constante propaganda antiespañola, y especialmente para los muchos ayuntamientos que regenta, lo que multiplica sus posibilidades electorales; la perla del ayuntamiento de Pamplona, todo un éxito inimaginable hace poco tiempo… Y todo lo que todavía no sabemos. Sin renegar jamás de todo su acervo político separatista e independentista que todos conocemos.
Algo de esto le insinúa lejanamente su entrevistador, pero el dirigente socialista, sin una sola prueba, confirma contundente esa bendita y nunca aclarada exigencia, que dice ser radical y continua: lo contrario, dice, al juego político del do ut des, de la compra y venta de votos que cualquiera puede ver cada día en en el mercado político del Gobierno.
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Los aprietos de la muerte
sufrió san Juan de la Cruz.
Y atravesó hacia la Luz
el desierto de la muerte.