Algunas glosas más

 

                        Ayer, en el salón del Colegio de Médicos, donde presentamos el libro, Carlos Llonis, el mecenas; Miguel Sanz, presidente de la Fundación mecenazgadora, y Luis Landa -nombres, como se ve, reales y hasta imperiales, de Oriente y Occidente- dijeron lo principal sobre el libro, y a mí me tocó, finalmente, hacer algunas glosas sobre lo que dijeron.

Por no llevar escrita la alocución, se me olvidaron algunos extremos, como,  a la hora de realzar el concepto y la palabra de Patria, usado hoy casi exclusivamente por nacionalistas independentistas, insistir en la belleza de su traducción al lenguaje político, que es Comunidad, como lo común que nos une y nos debe regir, pero que es solo palabra fría, si no tiene la emoción sagrada de la Patria, Matria o Fratria, cuando significa la comunidad de hermanos, hijos del Dios creador, Padre-Madre de todos.

A la hora de justificar la elección de los 134 autores  y de las 470 imágenes, fotos, colores, mapas y gráficos, no recordé aquella anécdota de mi paseo por Roma con el gran poeta español Jorge Guillén. en mis tiempos mozos. Por hacerle grata mi compañía, iba yo declamándole sus propios versos y le hablaba de las antologías varias donde los había visto, y él, en un achaque de humor, me dijo: –Mire usted, las antologías son como la lotería: unas veces toca y otras no. Quería yo decir que nosotros no hemos jugado a la lotería. Calculamos y ponderamos la calidad y la enjundia de la autoridad de los autores -Plinio, Teobaldo, Münzer, Lacarra, Martín Duque, Del Burgo Torres, Caro Baroja, Uranga, Hidalgo, Floristán Imízcoz, Miranda, Corcín, Pejenaute, Armendariz…-  y los temas que nos parecieron fundamentales para entender la Navarra de cada tiempo. Siendo muy conscientes de que otras muchas elecciones  y selecciones eran posibles.

Me faltó también decir, hablando del equilibrio y objetividad que buscamos, que no metimos el dedo al ojo de nadie, pero que, siguiendo el consejo del Lazarillo de Tormes, quebramos el ojo al diablo, al diablo del fanatismo, del sectarismo y del cainismo, así como al del odio y la mentira, que los nutren. Muchas colaboraciones, imágenes y fotografías, con nombres y apellidos, dan fe de ello.

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Dicen que van a abolir
todas las penas de muerte
y que solo va a quedar
la costumbre de la muerte.
Muerte sin penas,
pero la muerte
siempre en la arena.