Al terremoto siguió el maremoto y a los dos el grave deterioro de la central nuclear de Fukushima, envuelto en innumerables informaciones y desinformaciones, así como de demagógicas, o certeras, declaraciones –apocalíptico, fuera de control….-, que nos tienen en vilo desde hace una semana. En este caos de dolor, muerte, amenazas y terrores, la Asociación Yamaguchi Navarra, creada en 1991, ha querido colaborar con una aportación económica, en su propia cuenta, (Caja Navarra: 20540000439116427208), a fin de mostrar sobre todo su espíritu de confraternidad y de agradecimiento con/a la Nación japonesa, a la que siempre ha estado unida desde su fundación. La Asociación ha sido la mejor plataforma para todos nuestros viajes por Navarra, Europa. África, Asia y Oceanía, siguiendo los pasos de nuestro patrono Francisco de Javier, el primer misionero católico que visitó Japón; para la restauración de su tumba-templo en Sancián; la restauración de la iglesia católica incendiada en Yamaguchi; la colocación de varias esculturas del santo jesuita navarro en todo el mundo; la ayuda a los leprosos de China, a través de la obra benemérita del jesuita nonagenario P. Ruiz en Macao… Ésta es nuestra última actuación, en forma de alivio, aunque mínimo, a la tragedia japonesa, de la que todo el mundo habla, y que necesita el apyo de todos.