Varios prestigiosos intelectuales franceses, después de comprobar la desunión de la Unión Europea y del G-7 en la cuestión, firmaron el día 17 de este mes un contundente manifiesto urgiendo al Gobierno francés y al Consejo de Seguridad de la ONU a respetar su compromiso de responsabilidad para proteger a las víctimas de cualquier opresión extrema . ¿Podemos continuar -se preguntan– contemplando cada día las inexorables reconquistas del dictador? ¿Hace falta esperar, como preconizan algunos, que se llegue a un nivel suficiente de matanzas? ¿En cuántos cuerpos masacrados cifran ellos el umbral de intolerancia? Si no intervenimos, ¿qué haremos cuando el tirano retome el poder? ¿Estamos ya resignados a volver a exclamar, como tras los horrores de Rwanda: «Ay, hemos sido impotentes. Ay, hemos sido unos cobardes»?