Dice el pensador y escritor italiano Umberto Eco, entrevistado por Le Monde, que Italia es ante todo una lengua, un país hecho por la lengua italiana, y que su deporte nacional favorito es el fratricidio, como en otros países ha sido el regicidio: pueblo contra pueblo, ciudad contra ciudad, región contra región. En cuanto a la Iglesia, afirma que ha conservado un papel primordial en la vida nacional: Cavour quería hacer del Vaticano un protectorado italiano. Mira por dónde, ciento cincuenta años más tarde, Italia es un protectorado del Vaticano. La ifluencia política y financiera del papa es inmensa. Esta es la razón de que la oposición suplique hoy al Vaticano que tome una posición contra Berlusconi.