El «proceso democrático»

Decía el editorial de EP, del pasado día 24: Entre la presentación de sus estatutos y la sentencia de ayer, Sortu ha sido incapaz de aclarar algunos puntos esenciales: si renuncia a la negociación que ETA sigue considerando eje de su estrategia… Nada más erróneo. En el Acuerdo de Gernika, septiembre del año pasado, firmado por Izquierda Abertzale, EA, Aralar, AB, Alternatiba, LAB y treinta agentes políticos, sindicales y sociales, tras suponer la declaración de un alto el fuego permanente de ETA; el reconocimiento de los derechos civiles y políticos (sic); el cese de la política penitenciaria; la desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones… y otros extremos parecidos, se afirma taxativamente: Asimismo, las partes firmantes consideamos que en el marco de un proceso de estas características, donde se haya consolidado ese escenario de paz y normalización política suficientes, será imprescindible activar espacios de diálogo y negociación política para abordar en su integridad las causas y consecuencias del conflicto. Que es lo mismo que repite -se lo sabe de memoria desde hace muchos años- la banda terrorista ETA en su comunicasdo publicado ayer en Gara: Una de las características principales del momento es la confrontación entre quienes queremos desarrollar el proceso democrático de cara a una solución definitiva del conflicto y aquéllos que pretenden cerrar la oportunidad abierta.– Y, mientras ese proceso no se abra y se lleve acabo tal como ellos quieren,  ETA y sus actuales acompañantes no se darán por vencidos ni nos dejarán en paz.