Los siete magistrados de la luna

Los siete magistrados discrepaantes de la sala 61 del Tribunal Supremo deben de estar en la luna y no en Madrid, este año de gracia de 2011, cuando no han visto en los estatutos de Sortu ni el designio de la banda, ni el sistema de coordinación entre ETA y Batasuna, ni el fraude de ley, ni desdoblamiento alguno ni engaño de ninguna clase. Ni siquiera  dan valor al documento de 2009, en el que  también se basa la mayoría de magistrados, y donde la organización terrorista pondera la necesidad de la existencia de  un partido legal para que la negociación sea posible. Es decir, que no han debido de leer tampoco el Acuerdo de Gernika, de septiembre de 2010, y tan recordado por mí, que deja las cosas tan claras. A no ser que ignoren también que Batasuna es lo mismo que Sortu.