–En los carnavales de nuestros días se ve mucha más carne que en los de antes.
-Ningún rey constitucional puede llamarse soberano.
–Hombre de palabra. Los hay que tienen tantas, que no llegamos a saber cuál de ellas es la que quieren mantener.
-¿Quién no ha sido alguna vez más amigo de Platón que de la verdad?
-Nosotros somos diferentes. Los demás también.
-Ni siquiera sobre las ideas generales se puede tener sólo una idea general.
–Hablar por hablar. Pues, sí, porque es lo que más nos gusta, lo que más necesitamos. Hablar por no callar, sí señor. Porque es la expresión primera y la mejor prueba de la vida. Hablar.
–¿Cómo será la dentera de los que no tienen dientes?