(Desde mediados de diciembre estaban en las librerías de Pamplona y de algunas ciudades navarras, mis dos nuevos libros, de las dos series que vengo publicando desde hace tiempo. Este año, había pedido a mi viejo amigo, escritor y crítico literario, el profesor Emilio Echavarren, que había presentado en Pamplona uno de mis primeros libros de la serie Por Navarra, una breve recensión sobre los dos nuevos. La envié a mediados del mismo mes al diario en el que vengo colaborando desde los primeros setenta, para que sirviera de esa mínima publicidad que necesita cualquier nueva producción, y que a tantos escritores nos es tan difícil conseguirl. Pues bien, el periódico no se ha dignado publicarla durante todo el período navideño, y me he visto obligado a retirarla, para evitar la «burla» de que saliera, si salía, después del 6 de enero. No me gusta hacer de este cuaderno de bitácora lugar de publicación de lo que escribo por ahí, en diarios y revistas, pero esta vez me veo obligado a ello. Aunque sólo sea para que se pueda estimar la calidad de la recensión solicitada y generosamente donada, a la vez que pueda comprenderse mi desagrado y mi decepción, habitual condimento de los escritores de «este país»).
«Víctor Manuel Arbeloa acaba de publicar dos nuevos libros: el volumen XV de la colecciòn Por Navarra; De Uitzi a Goa, y el volumen VI de la serie De andar y pensar. Hace más de 25 años que apareció el primer volumen de la colección Por Navarra. Desde entonces han ido sucediéndose estos volúmenes peregrinos, uno tras otro, en la parsimoniosa romería del iempo y del paisaje. No se trata de una nueva serie de itinerarios por Navarra, advierte el autor en el prólogo. Por Navarra no es un libro para domingueros; muy al conntrario, Por Navarra es un libro para gozarlo en lectura sosegada y para saborearlo como una gran reserva. Cada uno de los capítulos en los que está dividido el libro pone el foco de atención en un lugar o en un suceso que atraen la atención del autor. A pesar del titular genérico Por Navarra, no todos los capítulos están cerrados dentro de la claustrofóbica geografía foral. La cartografía del libro es más afectiva que terruñera. El autor siempre se coloca en la sombra, pero, a pesar de ese consciente anonimato, la subjetiviidad lo invade todo. En el presente volumen conviven en perfecta armonía los carnavales en Uitzi con el traslado de la Dolorosa; el nuevo Murchante con Bidarray o San Esteban de Baigorri (en Ultrapuertos); Simancas, Paderborn, los escritores del 98 con la lejana Goa de Francisco de Javier… En cada capítulo se superponen diversos estratos: en el substrato inferior afloran datos históricos, en tanto que en las capas más superficiales aparecen brochazos coloreados de sociedad, paisaje, cultura popular y, sobre todo, el profundo cariño del autor por las gentes que habitan cada uno de esos paisajes. Cariño no exento de dolor en algunas ocasiones. Por Navarra es un libro que permite múltiples lecturas. Unos lectores buscarán con deleite los datos referentes a su terruño, otros preferirán bucear en la historia, habrá quien se conmueva con las fatigas de nuestras gentes, mientras a otros les invadirá la melancolía del tiempo pasado; pero todos sentirán el aliento del autor. Un aliento sin desaliento. Aunque el tango diga que veinte años no son nada, todos sabemos que hay que ser muy constante para seguir en la misma senda iniciada en 1985.