Si un investigador extraterrestre recorriera los medios informativos europeos y estudiara las aficiones, preferencias y seguimientos de los españoles, así como la de los habitantes de otros países cercanos, llegaría a la clara conclusión de que los pensadores más importantes, y no sólo locuaces y populares, de nuestras sociedades son los entrenadores de fútbol. Verdaderos santones mientras triunfan, son los únicos mortales, junto a sus entrenados, a quienes no se les pregunta, y menos se les critica, el sueldo, ni siquiera su manera de hablar y de vivir.