¿Un país laico?

En la desafortunada, a  ratos arrabalera, intervención de Carme Chacón en el XXXVIII congreso del PSOE, se desgañitó pidiendo por dos veces un país laico. Si por país quería decir Estado, habría que recordarle que España ya es un  Estado no confesional. Si ella entiende que decir laico es más que eso, que nos lo explicque. Francia es el único Estado europeo que se denomina laico (un lenguaje de 1905), pero que mantiene el concordato napoleónico con las regiones de Alsacia y Lorena, relaciones diplomáticas con el Vaticano, custodia y protección de bienes religiosos en el extranjero, etc. Pero si por país quería decir pueblo, sociedad, ciudadanía…, demuestra no saber qué significa en términos políticos laico y laicidad, o, todavía peor, se convierte en una quebrantadora de la laicidad y en una partidaria del laicismo agresivo y antidemocrático. En enero de 1933, ante el programa  socialista previsto para el día después de un golpe de Estado, presentado por Indalecio Prieto, que pretendía de nuevo la disolución de todas las órdenes religiosas y la confiscación de sus bienes, exigiendo un laicismo absoluto, prescindiendo de sentimentalismos, le contestó su compañero de la comisión ejecutiva y ex ministro, como él, Fernando de los Ríos, diciendo que puede laicizarse el Estado, pero la Sociedad, ya que en España, por su tradición, sería perpetuar la guerra civil. Pero esto Carme Chacón no ha debido de oírlo todavía.