Los primeros movimientos de la coalición progresista, que estuvo a punto de formar un gobierno en Navarra, este último verano, han sido toda una muestra de su progresismo. En el Parlamento ha llegado la novedad de manos del PSN-PSOE y en forma de proposición para hacer cumplir en Navarra la ley sobre despenalización del aborto en determiandos supuestos -en la práctica, el aborto libre-, cosa que no depende por cierto del gobierno de la Comunidad. Y en el Ayuntamiento de Pamplona, esta vez de la mano de los dos concejales de ANV(HB), apoyados por toda la coalición progresista, en forma de propuesta de homenaje a los fusilados en la guerra civil, en términos desaforados y hasta guerracivilistas. Todo ello, claro, sin condenar primero los mil fusilamientos y atropellos sin cuento de sus colegas etarras y tampoco los miles de fusilamientos llevados a cabo por el bando perdedor de la guerra en toda España y a muy pocos kilómetros de aqui. Era de temer y así ha sido. Estamos en los inicios, en esos cien días, y hasta en esos diez, en que se estrenan las mejores y mayores iniciativas de todas las mayorías. Nos quedan cuatro años, para que la mayoría parlamentaria y municipal, por mínima que sea -NaBai, PSN, IU, ANV- nos ofrezca espectáculos como éstos.